El Fondo Monetario Internacional (FMI) no está muy convencido de que las políticas del gobierno de Cambiemos puedan lograr una recuperación de la economía en el corto plazo. Así lo hizo saber este lunes en un informe acerca de las expectativas de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe para este año 2017.

Es que el organismo internacional reveló que su proyección de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe es de 1,2% este año, un 0,4 menos que lo que había previsto en un informe anterior, y adjudicó esta merma a "una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016".

En términos globales, el FMI mantuvo en 3,4% y 3,6% la expectativa de crecimiento global para 2017 y 2018, pero en las perspectivas por regiones hizo revisiones al alza para las economías avanzadas y a la baja para las emergentes.

"En América Latina, la revisión a la baja del crecimiento refleja en gran medida una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016, condiciones financieras más restrictivas y vientos en contra más fuertes para México debido a la incertidumbre relacionada con Estados Unidos, así como el deterioro ininterrumpido de la situación en Venezuela", detalló.

Según el FMI, en 2016 "la actividad fue más débil de lo esperado en algunos países de América Latina que están atravesando una recesión, como Argentina y Brasil, así como en Turquía, cuyos ingresos por turismo sufrieron una profunda contracción".

El informe no actualizó proyecciones sobre la economía Argentina, mientras que en el caso de Brasil proyectó un crecimiento de 0,2% en 2017 (0,3 puntos porcentuales menos que el informe anterior) y mantuvo en 1,5% para 2018.

En septiembre del año pasado el FMI proyectó que en Argentina la actividad económica subirá 2,7% en 2017 tras caer 1,8% en 2016. Lo hizo tras el relevamiento de las cuentas argentinas a través del Artículo IV, lo que constituyó la primera revisión de los números del país en diez años de parte del organismo multilateral.

El documento señalaba que "al entrar en funciones en diciembre del año pasado, el nuevo gobierno argentino se vio enfrentado a desequilibrios macroeconómicos generalizados, distorsiones microeconómicas y un marco institucional debilitado" y que "ante esta difícil situación, las autoridades pusieron en marcha una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco de política económica mejor. El avance ya logrado en 2016 es importante".

El organismo consideró que esas "necesarias" correcciones tuvieron "inevitablemente un impacto a corto plazo desfavorable para la economía argentina", aunque reconoció que "la recesión actual comenzó incluso antes de que entrara en funciones el nuevo gobierno, y la opción de mantener el insostenible marco de políticas instaurado por el gobierno anterior resultaba sencillamente imposible".

Según las previsiones, en 2017 la economía repuntará de una recesión de -1,8% a un crecimiento de 2,7%; la inflación bajaría a 20,5%; mientras que el consumo crecería alrededor de 2,3%.