Sigue la novela por la deuda que Nación mantiene con Santa Fe y este jueves el gobernador se mostró bien dispuesto al diálogo. Miguel Lifschitz, aseguró que está "predispuesto a analizar cualquier alternativa" de cancelación, aunque opinó que el  Gobierno apuesta por “estrategias” para demorar la presentación de propuestas concretas de pago.

El mandatario se refirió de ese modo a los dichos del ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, quien en la jornada del miércoles dijo en la ciudad de Santa Fe que prepara una propuesta para cancelar la deuda reconocida judicialmente por la Corte. El funcionario también deslizó la posibilidad de computar una parte de ese pasivo mediante la inversión en obra pública que Nación realiza en Santa Fe.

Lifschitz dijo sobre esa chance que "por ahora son todas hipótesis" y luego las relativizó al señalar que cree que "son más estrategias para ir demorando la situación que propuestas concretas de pago".

"De todas formas, estamos predispuestos para analizar cualquier alternativa y dar una respuesta en sintonía con los intereses de Santa Fe", abundó el mandatario provincial.

En esa línea, sostuvo que más allá de sus expectativas personales, tenía la "obligación de defender los intereses de Santa Fe y hacer que el gobierno nacional cumpla con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que es inapelable".

El gobierno santafesino estima en 50.000 millones de pesos -contabilizando los intereses- la deuda que Nación contrajo con Santa Fe por detracción del 15 por ciento de la masa coparticipable de impuestos durante las últimas décadas.

Al igual que Córdoba y San Luis, la provincia de Santa Fe acudió a la Corte Suprema por ese litigio con la administración central, y el máximo tribunal falló a favor de los estados subnacionales. Por esa resolución, desde diciembre de 2015 las tres provincias reciben la totalidad de los fondos coparticipables, sin la detracción que se efectuaba con el fin de financiar la seguridad social.