Carlos G. era uno de los socios visibles de Dimare S.R.L., una empresa fantasma montada especialmente para estafar con cheques sin fondo a múltiples víctimas, y que cosechó alrededor de 50 denuncias que en total suman un perjuicio estimado de alrededor de 80 millones de pesos. Este martes, la Policía de Investigaciones (PDI) pudo detenerlo en la ciudad de Foz de Iguazú, en la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Con él, ya son tres las personas que caen en manos de la Justicia por la megaestafa detectada a principios de este año.

Según los investigadores, Carlos G. era uno de los socios de Sebastián Alonso, el hombre -aún prófugo- que firmaba los cheques sin fondo con los que se concretaban las estafas bajo el falso nombre de Jonatan Mena. Por la misma causa, Mariano Alfredo Corna, de 43 años, y Alberto Salvador Cocco, de 59 años, ya fueron imputados por el delito de estafa “en calidad de coautores en concurso real y en carácter de delito consumado”, aunque fueron puestos en libertad por el juez Alejandro Negroni.

Trasladado desde Corrientes a Rosario, Carlos G. será imputado este miércoles por el fiscal de la Unidad de Delitos Económicos, Sebastián Narvaja, por el delito de estafa. Además, se pedirá la prisión preventiva del acusado.

La estafa montada a través de la empresa fantasma Dimare implicaba la utilización de cheques sin fondo para la compra de diversas mercaderías. Tras múltiples allanamientos, se secuestraron desde cajas de vino hasta una moto de agua, todos los elementos quedaron a disposición de la Justicia que investiga múltiples denuncias por compras con cheques sin fondo o adulterados.