Familiares de víctimas en accidentes de tránsito denuncian que el gobierno nacional planea estirar, con una prórroga hasta el 2020, la incorporación del Control de Estabilidad (ESP) en automóviles, que debiera ser obligatoria para toda la industria automotriz a partir de enero de 2018. Este sistema tiene una eficiencia comprobada en la reducción de muertos y heridos en accidentes de tránsito, al punto que las Naciones Unidas recomendaron su obligatoriedad en todo el mundo.

En 2013, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Ministerio de Industria nacional, los fabricantes de autos (Adefa) y los importadores (Cidoa) firmaron un acuerdo en el que se comprometían a implementar nuevas medidas de seguridad en los autos comercializados en la Argentina, en el marco de la ley 26.363 de Tránsito y Seguridad Vial, aprobada en 2008.

Asimismo, una de las medidas en aquel entonces fue la adopción del control de estabilidad (ESP), obligatorio para todos los nuevos modelos de autos y vehículos comerciales de hasta 2,5 toneladas lanzados a la venta a partir del primero de enero de 2018.

Desde la ONG Conduciendo a Conciencia denuncian que “las automotrices agrupadas en Adefa han impulsado la prórroga de esta fecha y el Poder Ejecutivo la postergaría hasta enero de 2020”. Asimismo, advierten sobre “la presión de la Industria y de las corporaciones multinacionales automotrices”.

“Se considera de Seguridad Activa a aquellos que sirven para prevenir siniestros ya que contribuyen a proporcionar mayor eficacia y estabilidad al vehículo. Entre ellos están los sistemas de frenado: ABS y ESP. La normativa europea los incluye desde la fábrica desde 2007”, explican en un comunicado.

A su vez, señalan que el ESP “es fundamental ya que es un sistema capaz de frenar las ruedas por separado y evita derrapes. Muchos siniestros son por exceso de velocidad en curvas o por maniobras bruscas para evitar un choque o por pavimento resbaladizo o por impericia del conductor”.

Además, advierten que “en nuestro país los autos no incluyen siempre los sistemas de seguridad y son agregados si el comprador desea hacerlo y por supuesto desea pagar más”, al tiempo que señalan que “el costo del ESP para el fabricante es de 60 dólares o menos y es tan importante como los Airbag y los cinturones de seguridad”.

En diálogo con Rosariopolus.com, Sergio Koen, padre de una de las víctimas de la tragedia de ECOS, señaló que "aparentemente el gobierno se reunió con las terminales automotrices y aceptó una prórroga hasta el 2020" en la obligatoriedad del sistema "con la presunta excusa de que querían universalizar con las normas y prorrogativas que las terminales tienen en Brasil". 

A su vez, explicó que "al postergarlo, (las compañías) lo pueden vender en forma separada" en tanto que afirmó que "es ridículo (por lo que vale el sistema) pero siempre hay intereses de por medio". 

Koen sostuvo que "está demostrado que el ESP salva vidas. En Europa y Estados Unidos es obligatorio hace muchos años", y pidió que "el gobierno no se deje presionar por la industria automotriz con intereses espurios, y que tenga en cuenta el compromiso con la vida".

En resumidas cuentas, familiares de las víctimas en accidentes de tránsito piden que al gobierno nacional que no conceda la prórroga del ESP obligatorio, y "exigen" su “incorporación en todos los autos a partir de Enero de 2018”. 

Conduciendo a Conciencia es una ONG conformada por familiares de las víctimas de la tragedia de Ecos,  que se cobró la vida de 10 estudiantes del colegio Ecos de Villa Crespo el 8 de octubre de 2006 cerca de la localidad santafesina de Margarita.

Los chicos volvían de Chaco, adonde había concurrido para realizar tareas solidarias en una escuela rural, cuando el ómnibus que los transportaba fue embestido de frente por un camión fuera de control. En el accidente murieron también dos docentes, el conductor del camión y su acompañante.

La causa prescribió en 2016 y el conductor del micro, señalado como responsable, quedó en libertad. Sin embargo, días atrás la Corte Suprema de Justicia reclamó su revisión.