Los familiares de David Campos, el joven que este viernes fue asesinado a balazos por personal policial tras una persecución de media hora por el sur rosarino, denunciaron que el muchacho fue acribillado sin motivo y desmintieron la hipótesis del "intercambio de disparos".

"A mi hermano me lo mataron", afirmó Germán, hermano de David Campos, en diálogo con Rosarioplus.com. "Sé que le pusieron las armas, me lo comentaron los vecinos. Además, el fiscal me dijo que mi hermano no tiró de adentro del auto", agregó.

La versión policial del hecho, que fue considerada en primera instancia por el fiscal Adrián Spelta, señala que la muerte de los jóvenes, identificados como Alejandro Emanuel Medina y David Ezquiel Campos; se produjo luego de un enfrentamiento entre estos y agentes de la fuerza de seguridad pública provincial.

"Según me comentan, hay un enfrentamiento desde adentro del vehículo y los policías", manifestó el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, el viernes pasado. Sin embargo, el intercambio de disparo sólo registró víctimas de un solo lado, ya que ningún integrante de la fuerza policial que participó del suceso sufrió heridas.

"El cuerpo de él (David Campos) tiene siete tiros, uno en la cara, abajo del ojo", indicó Germán y agregó: "Del lado del acompañante, donde iba mi hermano, tiene un escopetazo".

Además, el familiar del muchacho acribillado indicó que el policía que mató al joven "tuvo parte psiquiátrico durante dos años" y volvió a la actividad hacía un tiempo.

En tanto, Spelta ordenó que se realizara un dermotest de barrido electrónico a los fallecidos, y ordenó el secuestro de los GPS de los móviles policiales que participaron de la persecución y de las armas y escopetas involucrada en el hecho (supuestamente encontraron dos pistolas en el interior del vehículo de las víctimas). También se solicitó el relevamiento de cámaras de la zona.

"No tuve novedad de la fiscalía, ni de la autopsia", comentó el hermano de una de las víctimas pero anticipó que este lunes se realizará una reunión en la fiscalía para conocer detalles de la investigación. Se espera que en la próxima semana se realice una marcha para pedir justicia.

Persecución y muerte

El viernes pasado, un grupo de policías persiguió durante 35 minutos, desde Grandoli y Gutiérrez hasta Callao y Arijón, a un Volkswagen Up color gris, con dos hombres a bordo, que había evadido un control de rutina. El amplio operativo finalizó cuando el vehículo particular fue chocado desde atrás por una chata policial, y los "sospechosos" fueron acribillados a tiros por el personal de seguridad pública.

A pesar de "enfrentamiento", ningún integrante de la fuerza policial que participó del suceso sufrió heridas. Según manifestó el fiscal Spelta, no se pudo determinar la cantidad de disparos que se realizaron en el lugar, pero se secuestraron dos armas del interior del Volkswagen Up.

Un auto comprado con mucho esfuerzo

El Volkswagen Up color gris en el cual se trasladaban Alejandro Medina y David Campos, cuando fueron intersectados y acribillados por la policía, fue adquirido por este último hacía pocos meses.

"Hace tres meses, mi hermano pudo sacar su primer cero kilómetro, a costilla de él", señaló Germán. El muchacho, que trabajaba en una industria metalúrgica de Villa Gobernador Gálvez, "era una persona tranquila, que nunca tuvo un antecedente penal", según comentó su familiar.

"Somos una familia muy unida, de cuatro hermanos, padre, madre y dos sobrinos", remarcó el hermano de David y concluyó: "Queremos que se haga justicia y que el nombre de mi hermano se limpie".