Nació en San Nicolás un 29 de Septiembre de 1983, pero hace ya 15 años que eligió Rosario como su ciudad. Como ella misma explica, procede de una familia de laburantes, “de esas que saben lo que es hacerse de abajo, con humildad, con esfuerzo, con perseverancia”.

Majo Gerez estuvo vinculada a la política desde chica, ya que acompañaba a su padre a las reuniones del gremio o de la vecinal, y mientras otros chicos andaban jugando, ella prefería quedarse en esas reuniones “escuchando y preguntando”.

Vino a Rosario para estudiar Comunicación Social, y fue en el ambiente universitario donde empezó a agruparse con otros alumnos para tratar de modificar algunas cosas de la Universidad Pública.

Fue delegada de curso el año en que se hizo la consulta contra el ALCA, y se acercó al Pampillón atraída por las actividades sobre Rodolfo Walsh que se hacían en el lugar, y por la “presencia Negra” del espacio.

Pero entre esas actividades más políticas, también tuvo tiempo de trabajar como feriante en la feria de Oroño, y en una imprenta con amigos, en modo cooperativo.

En 2007 comenzó a hacer educación popular con mujeres y jóvenes de los barrios más olvidados, y poco después decidió agarrar la mochila y recorrer Latinoamérica para conocer de cerca la realidad de la región.

Fue en ese viaje, en su paso por Venezuela, donde cuenta que empezó a pensar la política a otro nivel, y se convenció de que “los movimientos sociales también debían tener vocación de gobierno y de poder”.

Hace cuatro años se convirtió en la representante de miles de trabajadoras desde la Secretaría de Género de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Y a partir de ahí, siguió trabajando por y para la mujer, acompañando a quienes atraviesan situaciones de violencia o embarazos no deseados, entre otras muchas cosas.

En este contexto, fue una de las mujeres que encabezó la organización de las marchas #NiUnaMenos y el Encuentro Nacional de Mujeres más masivo de la historia en el 2016.

Gerez es parte del equipo de asesores legislativos de Carlos Del Frade, candidato a diputado nacional. Pero cuenta que cuando la agenda legislativa les da un respiro, Game of Thrones ocupa el centro de sus discusiones: “Así como lo convencí de hacerse feminista, lo fui convenciendo de que Daenerys es la posta y John Snow, efectivamente, no sabe nada”.

Ahora se presenta a concejala, “porque sé que cuento con la complicidad y el compromiso de miles de mujeres, pero también de varones y de una comunidad sexualmente diversa, que como yo, sueñan en hacer de Rosario una ciudad segura y libre de violencias; una ciudad diversa y amigable; una ciudad con una cultura del diálogo y el encuentro”.