La cúpula de la Armada Argentina  tendría las horas contadas por decisión del Poder Ejecutivo Nacional. Achacan la responsabilidad de la crisis por el submarino ARA San Juan, sobre todo el manejo, por más que aún no se conozca a ciencia cierta el desenlace de la historia que pinta como trágica. Sin embargo, se blindó a los funcionarios del gobierno y no rodaría ninguna cabeza, como por ejemplo la de Oscar Aguad, quien ha sido apuntado por dirigir las Fuerzas Armadas desde su cargo como ministro de Defensa.

Con un panorama que se avizora trágico, Aguad hizo uso del respaldo del gobierno y avanzó contra la cúpula de la Armada, primero pidiendo 40 sumarios internos y luego exigiéndole una explicación. Esto materializó el malestar entre la Fuerza y la conducción del ministerio. 

Aguad estuvo a la ofensiva desde el principio contra el almirante Marcelo Hipólito Srur, máximo responsable de la Armada Argentina cuando le reprochó haberse enterado “por los medios” de la pérdida del contacto con el submarino. Primera falla comunicacional y cortocircuito. Con la noticia confirmada de que existió una explosión, trascendió que tuvieron un roce por teléfono.

Lo cierto es que en esta crisis, Aguad se mantuvo a un costado, en un segundo plano, con la exposición y la comunicación a cargo del capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada. Las responsabilidades de Aguad no parecen estar al alcance de alguna sanción condenatoria: por ahora lo más complicado será asistir al Congreso a dar explicaciones frente a los Legisladores.

Esto pese a que una de sus funciones como ministro es “entender en la elaboración del presupuesto de las Fuerzas Armadas y en la coordinación y distribución de los créditos correspondientes”. Sobre todo luego de que el mantenimiento de la flota se pusiera en discusión en los últimos días.

Ahora el Ministerio de Defensa inició unos 40 sumarios internos como para conocer qué sucedió y para mover el avispero. Por otro lado, se comenzó a hablar de información oculta: el tema es dilucidar si la animosidad fue de la Armada para con el gobierno, o de ambos para con familiares y sociedad.

“Nos mintieron desde el principio”, resumió una familiar, frase originada desde el dolor y dirigida  tanto para la Armada como para el gobierno. El desenlace de la búsqueda marcará  aunque el rumbo de las responsabilidades ya se ha encaminado.