La jueza penal Patricia Bilotta convino este miércoles en aplicar la condena de un año de prisión condicional y cumplimiento de reglas de conducta a un joven por el delito de grooming, según el acuerdo al que arribaron la fiscalía y la defensa del imputado, en un procedimiento de juicio abreviado. 

Se trata de un muchacho domiciliado en Granadero Baigorria y que hasta el año pasado operaba en la red social Facebook con un perfil falso, como si él fuera una niña de 13 años. El propósito de esa maniobra era relacionarse con menores de edad y, tras esa máscara, obtener imágenes de esos adolescentes con contenido de índole sexual y luego divulgarlas en otras redes sociales.

La sentencia homologada por la magistrada devino del acuerdo de partes entre la fiscal Alejandra Raigal y el abogado defensor Miguel Sapera.

Según informó el Ministerio Público de la Acusación, a Matías Ezequiel P. le imputaron esa clase de hechos cometidos desde su casa, en la ciudad vecina. "El ciberacoso sexual o grooming -explicó un portavoz judicial- es un delito que se realiza a través de internet, donde un acosador adulto contacta a menores de edad con fines de atentar contra la integridad sexual. El grooming está penado con prisión de seis meses a cuatro años. Contemplando que el contacto entre víctima y agresor se realice por medio de una comunicación electrónica, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de trasmisión de datos", indicó.

En noviembre del año pasado, un despliegue de la Procuración General detectó 12 casos de víctimas de grooming en Rosario, sobre un total de 90 casos investigados en todo el territorio nacional. Las víctimas no superaban los 16 años y el acosador -en esos casos- residía en el extranjero.

La operación se denominó “Ángel Guardián”. Además de las procuraciones, aportó trabajo clave la RED 24/7, la sección de Delitos Informáticos y Propiedad Intelectual. La misma se inició por una investigación de la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires, donde se detectó numerosas menores de edad víctimas de ese ciberdelito. Y resultó que en doce ocasiones habían ocurrido en Rosario.