Las elecciones primarias dejaron ganadores, perdedores y especuladores que empiezan a proyectar su campaña de cara a los comicios generales del 22 de octubre, cuando se definan quiénes serán los 13 ediles que ingresarán al Concejo Municipal.

Luego de analizar los resultados, los diferentes frentes que siguen en competencia comenzaron a hacer números para deducir cuáles son los votantes que podrían elegir su fuerza política en el próximo acto eleccionario.

En Rosario, 52.010 votos quedaron sin dueño. Esa cifra es la suma de los sufragios que obtuvieron aquellos precandidatos que no lograron superar el mínimo exigido de 1,5 por ciento del padrón y quedaron fuera del comicio general y definitivo.

La cantidad puede considerarse importante para los frentes en carrera, ya que entre la alianza más elegida, Cambiemos, y la segunda, Frente Justicialista, la diferencia fue de 61.112 votos. Entonces, Roy López Molina y Roberto Sukerman también incluyen en su alquimia proselitista a estos votantes que salieron huérfanos de las Paso. Claro que en algunos casos, sería como juntar el agua y el aceite.

Los espacios que no podrán presentarse en las generales son: Frente de Izquierda y Trabajadores (10.423 votos), Movimiento independiente, Justicia y Dignidad (1.174), Partido Popular (3.218), Frente Partido Progreso Social (2.909), Unite por la Libertad y la Dignidad (9.583), Confluencia Santafesina (1.319), Partido Unión Celeste y Blanco (5.042), Nacionalista Constitucional Unir (2.266), Partido Comunista (2.700), Movimiento de Inmigrantes y Descendientes (603), Del Campo Popular (7.992), Vamos Juntos (3.827) y el Movimiento Independiente Renovar (954).

Además, se registraron 47.699 boletas únicas que fueron anuladas por diferentes motivos como: doble marca, la firma o el DNI del elector, la ausencia de la firma del presidente de mesa, ausencia de toda marca, aun la del casillero destinado a pronunciar el voto en blanco, etc. Estos sufragios podrían haber tenido un destinatario, pero un error al momento de señalar al candidato o de votar en blanco podría haber provocado la anulación, si se corrige este error, dichos votos se transformarían en positivos.

En tanto, 24.602 rosarinos optaron por votar en blanco en el nivel de precandidatos a concejales, esto es, el rechazo parejo a todos los espacios políticos. Esta postura podría mantenerse en las elecciones generales o transformarse en un voto para algún candidato, si el elector no quiso participar de las internas. 

Las hipótesis sobre el destino de esos sufragios son varias, y algunas tienen más lógica que otra, pero la decisión de los votantes en octubre es difícil de deducir.