El ex ministro de Economía Domingo Cavallo volvió a negar su responsabilidad en la crisis del 2001 y aseguró que deberían hacerle "un monumento" por poner en juego su prestigio.

"Me tendrían que hacer un monumento por haberme jugado todo el prestigio que traía y todo el apoyo que tenía. Las encuestas de popularidad daba que era una de las personas con mayor apoyo de la gente, y todo el mundo me pedía que ayudara al Gobierno de (Fernando) De la Rúa", señaló el economista, en diálogo con radio Nacional.

El 1º de diciembre de 2001, De la Rúa firmó el decreto de necesidad y urgencia 1570, ideado por Cavallo, y que pasó a la historia con la denominación de "corralito".

El creador de la Ley de Convertibilidad en el gobierno de Carlos Menem, dijo que luchó "para que De la Rúa pudiera cumplir con su mandato", y atribuyó la interrupción del proyecto a que el Fondo Monetario Internacional "quitó el apoyo en un momento crítico".

Además, Cavallo remarcó que la crisis política de ese año fue "un golpe institucional" y celebró que "ahora recién hay personas capaces y valientes que salen a reconocerlo".

"Lo peor es que no fue solo para hacerse del poder, sino para cometer el mayor robo del siglo, porque le robaron el 75 por ciento a todos los que tenían ahorros en dólares en el sistema bancario para regalárselo a los grandes empresarios y a los grandes deudores. Fue un desastre, fue una tragedia para los argentinos", expresó.

En cuanto al proceso que se originó tras la partida de De la Rúa, Cavallo aseguró que a Raúl Alfonsín "lo engañaron" para que "en vez de apoyar el Gobierno de su partido, creyera que la solución era ponerlo a Duhalde".

"Todos ellos habían apoyado a la convertibilidad. Ninguno de todos los que ahora cuestionan aquellas medidas, ninguno había propuesto salir", concluyó.