Un reconocido empresario rosarino que se dedica al sector de la seguridad privada es acusado de haber vaciado una empresa para evitar saldar deudas con uno de sus acreedores a quien contrató para administrar la firma. En el marco de esa causa, la Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos y Complejos acaba de solicitar el embargo por 1,6 millón de pesos al hombre de negocios y pidió inhibirles los bienes a otras cinco personas que presuntamente también participaron de la maniobra.

El empresario Miguel Milano, dueño de la compañía de seguridad El Centinela, fue imputado por el delito de desbaratamiento de empresas, que consiste en afectar o menoscabar el patrimonio de una sociedad en perjuicio de los acreedores. En la acusación se ubica al empresario como “socio oculto” de la firma en cuestión, Truck SRL,  es decir, no como parte formal de la sociedad, aunque se lo acusa de haber tenido control funcional o económico.

La denuncia fue presentada por dos contadores titulares de una consultora a la que la empresa Truck SRL contrató para que realizaran tareas de auditoría y se hicieran cargo de la administración contable. Los contadores, quienes se convirtieron en querellantes, culpan a Milano y a otras cinco personas vinculadas a la firma de haber incumplido con pagos por los servicios efectuados entre mayo de 2013 y junio de 2014. Argumentan que atrasaron esos pagos ganar tiempo y dejar sin solvencia a la empresa, para de esta forma no cumplir con la obligación.

El empresario rechaza la acusación en su contra. “Son dos personas que por distintos motivos pretenden que Milano pague una deuda de una empresa (Truck), y afirman que Milano era socio oculto y no era así, no tiene nada que ver con Truck”, aseguraron desde la defensa a Rosarioplus.com.

Los que reclaman esas deudas “no pueden demostrar en un juicio civil la legitimidad de la deuda ni el carácter de socio oculto del señor Milano. Intentan a través de esta maniobra, una avivada, presionar para obtener lo que por derecho no les corresponde”, sostienen.

Por su parte, el fiscal jefe de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos Sebastián Narvaja explicó a este medio que “la sociedad estaba conformada por personas de confianza de él (Milano), las que no tenían ninguna solvencia patrimonial”. Milano “se presentaba ante proveedores como dueño empresa o se presentaban terceros a su nombre, sin aparecer formalmente en los registros de la firma”, remarcó.

En total, son seis personas las imputadas por formar parte de la maniobra. “En un momento, Milano desconoce la vinculación y otras dos personas de su confianza transfieren su participación. Las otras tres que quedan como socios formales forman otra empresa llamada Aspec con el mismo objeto social que Truck y transfieren a esta empresa la lista de clientes y personal”, comentó Narvaja.