La laguna La Picasa creció en los últimos días 25 centímetros sobre la ruta nacional 7, que permanece interrumpida al tránsito, con una previsión de que comience a mermar "en cuatro o cinco días si no vuelve a llover", informó el Comité de Cuenca. El ojo de agua compartido por las provincias de Santa Fe y Buenos Aires "crece un centímetro por día", dijo el presidente del comité de cuenca de La Picasa, Juan Carlos Duhalde.

Como consecuencia de las precipitaciones, la ruta nacional 7 quedó interrumpida al tránsito desde principio de marzo y aún no existen previsiones sobre la posibilidad de que vuelva a estar transitable.
Duhalde reportó que la laguna subió unos 35 centímetros sobre la carretera a la altura del kilómetro 358, en el sudoeste de Santa Fe.

En tanto, personal de la concesionaria vial colocó estacas a lo largo del guardarrail previendo que la crecida lo tapara y se perdiera la línea de la ruta. 

"Está creciendo un centímetro por día y va a seguir creciendo porque está toda la cuenca -conformada por lagunas y bañados que llegan hasta Córdoba- llena", describió. El presidente del Comité de Cuenca lamentó la decisión de la provincia de Buenos Aires de no autorizar la habilitación de un canal aliviador que drenara el agua hacia el noroeste de esa provincia. Se trata de un proyecto presentado por Santa Fe que, según Duhalde, tiene el aval de Asuntos Hídricos de la Nación y del Instituto Nacional del Agua.

El canal consta de 6.500 metros de largo, dos puentes y una compuerta; hasta el momento se construyeron "unos mil metros", explicó el titular del comité de cuenca de La Picasa. La propuesta no cuenta con el acuerdo del municipio de Junín, que teme por la crecida del río Salado y la laguna de Gómez, en su jurisdicción.

El subsecretario de Infraestructura Hidráulica bonaerense, Rodrigo Silvosa, negó el miércoles que el gobierno de su provincia hubiera autorizado la construcción del canal aliviador. "Hoy la provincia de Buenos Aires no tiene capacidad para almacenar más agua, eso es algo que ya hemos planteado y expuesto con claridad al comité interprovincial", dijo el funcionario.

En los últimos días, sobre la ruta 7 se colocaron unos mil camiones de 35 toneladas de piedra cada uno para apuntalar la ruta. Según Duhalde "esto le dio base a la ruta, le dio sustento, a pesar de estar abajo del agua la ruta todavía está sana, existen posibilidades de recuperarla". De todos modos, dijo que el mayor riesgo consiste en que la laguna "rebalse", en cuyo caso el agua "caerá" naturalmente hacia la zona de Junín y Vedia.