El conflicto por el cierre de la petrolera Bravo Energy parece estar lejos de una solución. La industria de tratamiento de residuos, aceites industriales y petróleos crudos para crear combustible de San Lorenzo cerró sus puertas el pasado 18 de agosto, dejando en la calle a sus 35 trabajadores.

Este viernes se llevó a cabo una nueva audiencia programada entre partes (empresa y gremio) en el Ministerio de Trabajo provincial, pero una vez más el encuentro no prosperó, debido a que el gerente de la firma en Argentina no pudo asistir por un inconveniente familiar. Quien sí se presentó fue el abogado de la firma, pero sin dar “respuestas concretas”, según afirmó Rubén Pérez, secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible Santa Fe Sur.

Por lo pronto, desde el gremio indicaron que se pudo saber que la firma “tiene intenciones de reabrir en octubre próximo”. “No sabemos cómo lo va a hacer debido a que la planta está sin luz ni gas y le debe a muchos acreedores, incluyendo los 35 trabajadores”, apuntó Pérez.

Por lo pronto, la firma estaría tendiendo puentes con trabajadores en forma individual para pagar sus indemnizaciones. “Por lo que sabemos los arreglos son con menos de la mitad del dinero adeudado por lo cual el sindicato rechaza dichos acuerdos”, señaló el dirigente gremial.

En ese marco, desde el gremio advirtieron que la firma pretendería reabrir, pero sólo con 17 trabajadores. “No lo vamos a permitir hasta que se pague todo lo adeudado”, planteó Pérez. Al momento de cerrar sus puertas, la firma quedó debiendo sueldos de hasta tres meses de atraso.