La Federación de Aceiteros manifestó su “indignación” por la muerte de un operario de 19 años en la planta que la cerealera Cofco (ex Noble) posee en la localidad de Timbúes, y denunció que el incidente obedece “a las condiciones de precariedad del sistema de contratistas” que utiliza la firma, de origen chino.

“Se trata de un nuevo incidente producto de las condiciones de precariedad del sistema de contratistas y el claro incumplimiento de las normas de seguridad e higiene”, señaló la Federación en un comunicado.

El hecho ocurrió cerca de las 5 de la mañana de este miércoles cuando el operario, identificado como Gustavo López, murió sepultado por una gran cantidad de cereal que le cayó en un galón de la empresa, informaron fuentes del caso. Otros dos operarios, Ariel Rojas (35) y Mauricio Cortez (21) resultaron heridos por la misma causa, detallaron los informantes. Rojas sufrió heridas leves y fue atendido en el Instituto Médico Regional de la ciudad de San Lorenzo, mientras que Cortez tuvo heridas de mayor importancia.

Los tres trabajadores eran empleados de la contratista Delta Fum Argentina, que presta servicios en la planta de Cofco, ubicada 45 kilómetros al norte de Rosario.

Los aceiteros afirmaron que "no se puede seguir hablando de ‘accidentes’ laborales cuando se trata de hechos evitables”. “La responsabilidad principal la encontramos en las políticas de las empresas, que priorizan la ganancia por sobre su deber de proteger la vida y la integridad de los trabajadores, que no capacitan adecuadamente, que no toman medidas preventivas y no acatan las regulaciones existentes”, cuestionó la entidad gremial.

También sostuvieron que "la tercerización y el sistema de contratistas generan la perpetuación de esta situación perversa en la que los compañeros trabajan precariamente, temerosos de perder sus puestos de trabajo y asumiendo tareas peligrosas para las que no están adecuadamente preparados”. 

El jefe de seguridad de la planta, Cristian Mangeri, dijo al portal SL24 de la ciudad de San Lorenzo que la actividad es considerada una “tarea riesgosa” y explicó que los operarios trabajan "con arnés anticaída y un cable de vida que está atado a un cable de acero que recorre la celda de punta a punta”.
“Además, cuentan con un sistema T4, una especie de cinturón de seguridad que se activa y retiene al trabajador en caso de suceder un problema”, dijo Mangeri.

(Télam)