Este lunes en las inmediaciones del Capitolio de EE.UU., sede del Congreso, se produjo un tiroteo que, según los primeros indicios, se trataría de un hecho aislado. El presunto autor de los disparos ya fue detenido tras ser herido de bala por los agentes que intervinieron ante el alerta de seguridad. También un agente resultó con heridas leves, informó el cuerpo de Policía encargado de las instalaciones del Legislativo.

Los accesos al complejo fueron cerrados de inmediato tras oírse disparos en la zona del área de visitantes y la Casa Blanca también fue bloqueada, siguiendo los protocolos de seguridad. Además las autoridades han pedido a los ciudadanos que se encuentren en las inmediaciones, así como a los trabajadores del Congreso, que se pongan a resguardo.

"Nadie podrá entrar o salir de ningún edificio. Deben moverse dentro de los edificios o las conexiones bajo tierra. Si están fuera, busquen refugio", indicaron las autoridades policiales a los empleados del Congreso en un mensaje interno.

A través de su cuenta de Twitter, la Policía del Distrito de Columbia confirmó que se trata de un incidente aislado y que no supone una "amenaza" para el resto de la capital estadounidense.

El Congreso se encuentra en periodo de receso por las festividades de Pascua y no volverá a la actividad regular hasta mediados del mes próximo, sin embargo muchas oficinas de los legisladores continúan su trabajo y parte de los edificios están abiertos a los turistas.