El sábado por la tarde, la noticia de la muerte de Micaela García sacudió al país entero. En Rosario, cientos de personas se hicieron presentes en Plaza Montenegro para repudiar el crimen y pedir justicia. El Movimiento Evita (espacio donde militaba Micaela) convocó nuevamente este miércoles a marchar para ratificar los reclamos: a la sociedad en general y al Estado y la justicia en particular. La cita era a las 17.30 en Plaza San Martín.

Diversos partidos políticos, organizaciones estudiantiles, sindicales y del movimiento de mujeres y feminista asistieron a la convocatoria para sumarse al pedido de justicia. El Movimiento Evita encabezó la marcha, que minutos antes de las seis empezó a moverse por calle Santa Fe. Al frente, la bandera de "Micaela somos todas" abría el paso seguida por otra que también la conmemoraba. Decenas de carteles con su cara se replicaron entre los asistentes. 

La movilización prometía avanzar hasta Oroño, con el objetivo de pasar por el frente de Tribunales Federales, y seguir por el boulevard hasta Pellegrini, con destino final en Tribunales Provinciales. Es que en el caso de Micaela, la justicia (o la falta de ella) fue clave. El juez Carlos Rossi, que decidió otorgarle la libertad condicional al femicida Wagner (condenado a nueve años de cárcel por dos violaciones) a pesar de que el sistema así lo contraindicaba, es también considerado responsable de la muerte de la joven.

"Esta marcha apunta a ir simbólicamente a los Tribunales pero con un reclamo contundente hacia la justicia, a la cual consideramos como principal responsable del crimen de Micaela por falta de perspectiva de género, por falta de formación y por el machismo que atraviesa muchísimas condenas y decisiones como la que se tomó con Wagner", anticipó Eugenia Rodríguez del Movimiento Evita Rosario. 
 

Desde la organización, buscan que no se interprete el del Juez Rossi como un caso aislado, sino como expresión de todo un sistema judicial fallido y de la falta o retroceso de políticas estatales en materia de prevención y sanción ante la violencia de género. En este sentido, Rodríguez apunta también hacia "la responsabilidad prioritaria del Estado, que tiene que dar respuesta a las constantes muertes de mujeres con políticas integrales que vayan desde la Educación Sexual Integral hasta qué pasa con un violador cuando cumple una condena".

Respecto de los discursos que emergieron luego de la muerte de Micaela, señalando al garantismo o la llamada "doctrina Zaffaroni" como facilitadores de casos como el de Wagner, el mensaje también es contundente: "Creemos que esa teoría es limitada y funcional a ciertos sectores de derecha, que son los mismos que quieren incrementar las penas, bajar la edad de imputabilidad y estigmatizan a los sectores más humildes como criminales, sin atacar los trasfondos estructurales", afirma Eugenia, y continúa: "No apoyamos el incremento de penas porque ningún violador se va poner a leer el Código Penal y ver cuántos años le van a dar si viola, el problema es de la sociedad y su cultura machista que avala que los hombres hagan lo que quieran con los cuerpos de las mujeres."

Los reclamos son tan integrales como concretos: "Pedimos la destitución del juez Rossi y esperamos que el Estado actúe con respuestas concretas. Por ejemplo, volviendo a financiar los programas prevención y contención de las víctimas que hoy están desarticulados, que el Concejo Nacional de las Mujeres empiece a actuar en los territorios, no sólo con consignas sino generando recursos, generando espacios de capacitación; y que el Estado se haga cargo de la capacitación con perspectiva de género de jueces y fiscales".

Estas consignas fueron pronunciadas a través de un documento que se leyó frente a Tribunales Provinciales, al final de la movilización.