De ser considerado un órgano inmutable, ya que supuestamente cada cual nacía con un número de neuronas determinadas que con el paso de los años se iban muriendo sin ser reemplazadas, ahora se sabe que el cerebro es capaz de regenerarse y de establecer nuevas conexiones según las experiencias vividas.

La neurocientífica de Harvard, Leah Somerville, experta en desarrollo cerebral aseguró que el cerebro continúa su maduración aún después de los 30 años, ya que si bien a los 10 años de edad alcanza su volumen definitivo, las neuronas constituyentes siguen cambiando durante varios años.

Además asegura que las conexiones entre células nerviosas son "podadas" para que así surjan nuevos circuitos entre áreas del cerebro que están más distantes. Estas reconexiones se minimizan en el lóbulo occipital, la parte posterior del cerebro, hacia los 20 años. En cambio, en el lóbulo frontal, en la parte delantera de este órgano, las nuevas conexiones se siguen formando más allá de los 30.

"Todo esto desafía la noción de qué significa definitivo", advirtió la científica Somerville al tiempo que explicó que “a medida que la anatomía del cerebro cambia, también lo hace su funcionamiento”.