De la nada, llega el mensaje. "A partir de ahora este chat está protegido, solo las personas que participan en él pueden leer lo que se escribe, escuchar los audios o ver las imágenes que se comparten". Palabras más, palabras menos, eso es lo que indica un cartelito que por estas horas está llegando a muchos usuarios de Whatsapp que se preguntan de qué se trata. Y, la gran duda: si ahora están protegidos, ¿quiere decir que antes no? 

La novedad es que, desde este martes, la aplicación de mensajería móvil ofrece a todos sus usuario la opción de encriptar sus mensajes en líneas punto a punto, para que no quede registro de ellos en sus propios servidores. No es una movida chiquita: vale recordar que Whatsapp tiene cerca de mil millones de usuarios alrededor del mundo.

¿Por qué a algunos usuarios no les llega el bendito mensaje? El cifrado externo fue incluido por Whatsapp en aquellos dispositivos que usen la última versión de la aplicación y fue desarrollado en conjunto con Open Whisper Systems.

Muchas aplicaciones de mensajería únicamente cifran los mensajes entre el servidor y el usuario, pero el cifrado de extremo a extremo de Whatsapp intenta asegurar que solo el usuario y el receptor puedan leer lo que es enviado, y que nadie en el medio; ni siquiera Whatsapp lo puedan hacer.

De esta manera, solo el usuario y el receptor tienen el código o llave para abrirlo y leer los mensajes, y para mayor protección, cada mensaje que envías tienen su propio candado y código único. Todos esto sucede de manera automática; sin necesidad de ajustar o crear chats secretos especiales para asegurar los mensajes.

No es una medida que llega de casualidad. En medio de la discusión por el desbloqueo del iPhone de un terrorista en los EEUU, Whatsapp anuncia este cifrado de extremo a extremo de su servicio protege además las llamadas telefónicas realizadas a través de la aplicación y todos los archivos que se transfieran a través de ella. Es decir, pide que sigan confiando en ella.