Hay dos tipos de personas, los que se muerden las uñas y los que no se las muerden.

Aseguran que una de cada cuatro personas, a nivel mundial, se muerde las uñas. Así que no es un tema menor. Es un hábito compulsivo como muchos otros.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) presentó en sociedad un estudio publicado en la revista American Journal of Psychiatry.

¿Por qué la gente tiene estas compulsiones? Según los expertos, un fallo en el “encendido” del sistema de control del cerebro podría sentar las bases de las compulsiones en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Si se cree esta versión, quedan fuera las teorías sobre que estos trastornos están causados por preocupaciones u obsesiones por parte de los sujetos, sino por una condición provocada cuando el sistema de hábitos del cerebro se vuelve loco.

Los investigadores escanearon los cerebros de pacientes con TOC y sin TOC. Los sometieron a una prueba para ver si respuesta conductual: descubrieron que los que tenían el trastorno eran menos capaces de detener sus hábitos mientras se observó una actividad cerebral excesiva en el núcleo caudado, una región que debe “encenderse” correctamente para que podamos controlar nuestros hábitos ya que participa en la modulación del movimiento.

Y no se trata solo de uñas. Hay comprotamientos compulsivos que involucran el abuso de drogas, el alcohol y los atracones. Claro que morderse las uñas no es tan complejo.