La nave espacial Juno, lanzada por la NASA en 2011, sobrevuela por estos días la Gran Mancha Roja de Júpiter -la icónica tormenta que con forma de huracán, 16.000 kilómetros de ancho y 350 años de antigüedad-, en una misión que marca un hito en la historia al aproximarse a solo 9.000 kilómetros de la superficie del mayor planeta de sistema solar.

"La Gran Mancha Roja de Júpiter es uno de los objetos más fotografiados del sistema solar. Sabemos que es una tormenta gigantesca con un ancho mucho mayor que el diámetro de nuestro planeta, que se encuentra en la atmósfera de Júpiter desde hace cerca de 350 años y eso es suficiente para despertar nuestra curiosidad", explicó a Télam la astrónoma argentina Yamila Miguel, miembro del equipo científico de la misión Nasa Juno. 

El pasaje de la sonda sobre la superficie del gigante gaseoso representa la primera oportunidad de tener un primer plano de esa enorme tormenta que se monitorea desde 1830, si bien se cree que posiblemente exista desde hace tres siglos y medio, señaló la NASA en un comunicado. 

Cámara de alta definición 

Uno de los instrumentos que lleva la sonda es la cámara JunoCam, "con una resolución de hasta 50 kilómetros, que toma fotos en el visible y también tiene filtros en el azul, el verde, el rojo y un filtro de metano", precisó Miguel, egresada de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata y especialista en formación de sistemas planetarios.

Además de la JunoCam, -continuó la científica argentina- la sonda cuenta con ocho instrumentos que van a estar encendidos en dirección a la Gran Mancha: un radiómetro en microondas (que tiene seis canales) y es el que "observa" por debajo de las nubes; tres instrumentos que detectan las partículas cargadas alrededor del planeta; una cámara ultravioleta y otra en infrarrojo; un magnetometro que monitorea el campo magnético en esa región; y el instrumento de la gravedad, para detectar cualquier anomalía que se pueda presentar. 

"Desde hace algunos años empezamos a notar que la Gran Mancha Roja de Júpiter estaba cambiando, se estaba achicando, haciéndose mas circular y cambiando su color de un rojo intenso a naranja", detalló Miguel.

De todas formas, aún con numerosas observaciones desde la Tierra, todavía no pueden "entender qué es lo que está pasando con esta gigantesca tormenta", ya que desde la Tierra existen "limitaciones" en cuanto a lo que pueden observar, continuó la astrónoma. 

"Pero la sonda Juno, pasando a solo 9.000 kilómetros por sobre la Gran Mancha Roja, tendrá todos sus instrumentos observándola, lo que nos asegura no solo las mejores fotos jamás tomadas de la mancha, con una resolución como nunca antes se obtuvo, sino también observaciones con los instrumentos que miran por debajo de las nubes y en diferentes longitudes de onda, para poder comprender mejor este fenómeno", añadió.