La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de la primera vacuna contra el dengue, desarrollada por la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur, en aquellos países que tengan una alta transmisión y brotes recurrentes de la enfermedad. Pero Argentina no la usará porque el Gobierno la considera muy baja en su efectividad

El director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, explicó que “Argentina no usará la vacuna contra el dengue porque su tasa de protección es muy baja”, menor al 64 por ciento de los vacunados, y su efecto inmune tarda un año.

"Para que la persona esté inmunizada debe pasar un año, ya que para generar los anticuerpos necesarios para enfrentar la enfermedad, se deben suministrar tres dosis, una cada seis meses", afirmó San Juan en diálogo con Télam.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (Anmat) todavía no aprobó la vacuna, y la Comisión Nacional de Inmunizaciones "en reunión con el ministro (de Salud Jorge Lemus), descartó su uso porque no es útil", dijo San Juan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de la primera vacuna contra el dengue en los países endémicos -por circulación del virus y existencia del mosquito transmisor-, y en las zonas donde haya una incidencia mayor al 50 por ciento.

El presidente del grupo asesor de la OMS sobre Inmunización (SAGE), John Abramson, avaló la efectividad de la nueva vacuna llamada Dengvaxia y producida por la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur.

El organismo de Naciones Unidas para la salud sugirió que los países que tengan una alta transmisión y brotes recurrentes de la enfermedad introduzcan en sus programas de inmunización la nueva vacuna, aprobada ya en México, Brasil, El Salvador y Filipinas, y en camino de aprobación en Paraguay.