Las caricias y los mimos son de esas cosas que más se extrañan cuando uno está lejos de sus seres queridos. Pensando en eso, la diseñadora chilena Daniela Toledo se arriesgó a pasar de lo virtual a lo real.

Lo que hizo fue crear una bufanda tejida en lana llamada "Skarv" que permitiría acariciar y ser acariciado a la distancia. Fue ideada junto a sus compañeras Mahsa Haddad y Afra Hackl y comisionada por la agencia creativa alemana Denkwerk.

¿Cómo funciona? La bufanda posee 12 micromotores vibradores y un pequeño procesador, y se activa mediante una aplicación de celular. Esto, en su conjunto, permite recibir y enviar estímulos táctiles entre una red de usuarios interconectados.

Aunque visualmente solo parece una bufanda, esta prenda podría entonces acercar a personas separadas físicamente, transmitiendo las sensaciones individuales a través de la aplicación, al usuario de la prenda.

Esta bufanda forma parte de lo que se conoce como "wearables", los dispositivos electrónicos que tienen el diferencial de haber sido diseñados para vestirse o llevarse como un accesorio más, proponiendo una interacción constante con el usuario, de manera que funcionen como una extensión del propio cuerpo.

Respecto a esto, los creadores señalan en su sitio web que: ”Desarrollamos un wearable que quieras llevar. Para cumplir con este requisito, no empezamos con la tecnología. Por el contrario, empezamos con un artículo de ropa habitual y nos preguntamos cómo podríamos agregar un elemento “social” o comunicativo. Elegimos una bufanda. Es un accesorio atractivo, porque además de su función, también tiene facetas emocionales e íntimas: ofrece la sensación de cobijo”.