Como es habitual, Google volvió a llamar la atención con su último Doodle. Se trata de un minijuego interactivo que, aunque podría estar pensado para los niños, llega a enganchar a cualquiera.

Quizá para un programador es algo fácil y sencillo, pero para el común de los mortales eso de programar secuencias es algo que se escapa completamente. Esto es precisamente lo que quiere el nuevo jueguito del gigante de internet.

El protagonista del juego es un adorable conejito que quiere comerse las zanahorias del camino. El problema es que este no se mueve por sí sólo; hay que hacer que salte por las diferentes partes del camino, cada vez más complejo según vamos superando niveles. Para hacer que se mueva sólo hay que introducir los íconos de la lista de opciones: hacía delante, a los lados, giros...

Este conejito, creado por Google Doodle, Google Blockly e investigadores del MIT Scratch, celebra algo mucho más especial. Normalmente, Google usa sus Doodles para celebrar efemérides.

En este caso, se quiere celebrar precisamente el 50 aniversario de la introducción de los lenguajes de programación en la educación infantil. En 1960, el matemático Seymour Popert creo Logo, un sistema de programación adaptado a los más pequeños y que, de forma prematura, ayudó a que los ordenadores conquistasen las aulas.

Este programador tenía la convicción de que tarde o temprano, los ordenadores serían un elemento esencial en la educación de los menores y del trabajo de los adultos. Con mecanismos simples, Popert retaba a los alumnos a resolver problemas a través "la tortuga de Logo" que permitía el desarrollo de los pensamientos matemáticos, pasando de los más simples a los más complejos.