Una hermosa golden retriever llamada Kelsey salvó a su dueño, Bob, de morir congelado con lamidos y ladridos. Es que en vísperas de año nuevo, Bob resbaló en la nieve cuando salió de su casa para buscar leña en Michigans, y con la caída se dañ{o la cervical y no pudo moverse.

Al verlo en la nieve, Kelsey empezó a lamer a su dueño para mantenerlo caliente durante las más de 20 horas que estuvo sobre la nieve, mostrando de forma heroica por qué el perro es el mejor amigo del hombre.

Ante la imposibilidad de cualquier movimiento, el hombre se resignó a que alguien fuera a ayudarlo. Pero su bella perra de raza golden lo acompañó durante las más de 20 horas que permaneció en helado y frío suelo, cubierto de nieve, sin parar de ladrar y lamerlo para mantenerlo cálido.

"Ella seguía ladrando pidiendo ayuda, pero nunca se fue de mi lado, y me mantuvo cálido. Sigo vivo gracias a Kelsey, de eso estoy seguro ", señaló el hombre emocionado.

No fue hasta el día siguiente, en año nuevo, en que un vecino escuchó los ladridos desesperados, se acercó a la vivienda y encontró a Bob inconsciente en el suelo. Rápidamente, los equipos de emergencia lo llevaron a un hospital al norte de Michigan donde le diagnosticaron hipotermia y hernias de disco en el cuello y en la espalda, sin embargo, no había sufrido congelamiento.

"Estoy seguro de que fue debido a Kelsey, que me mantuvo caliente", señaló Bob, quien especuló con que "si el animal hubiera sido más pequeño, quizás ya habría muerto".

Jaim Colen, neurocirujano, realizó con éxito la operación de descompresión espinal de Bob, que ahora necesitará varias semanas para recuperarse. "Si el animal hubiera sido más pequeño, probablemente habría muerto por las gélidas temperaturas. Es muy afortunado de tener un perro tan grande y peludo", señaló el doctor.