La declaración testimonial de una persona complicó la situación del empresario de seguridad privada Miguel Milano, quien está imputado en una causa por el delito de desbaratamiento de una empresa y por ser “socio oculto” de la misma con el fin de menoscabar el patrimonio de la sociedad, y así dejar impaga una deuda a un acreedor.

Se trata de la declaración de un imputado en la misma causa, quien presuntamente actuaba como testaferro del reconocido empresario rosarino en la firma Truck SRL. Según la fiscalía, esta empresa contrató a dos contadores -que se convirtieron en querellantes-  para que se hicieran cargo de la administración contable, aunque incumplieron los pagos por los servicios. Argumentan que atrasaron los pagos ganar tiempo y dejar sin solvencia a la empresa, y así no cumplir con la obligación.

Esta persona “confirmó la hipótesis de la Fiscalía”, según precisó a Rosarioplus.com el fiscal jefe de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos Sebastián Narvaja. “Es clave (la declaración) porque siendo una persona que estuvo dentro tiene mucho detalle de cómo obraba la operatoria”, explicó y afirmó que el imputado dijo que “Milano era el dueño real de la empresa”.

Cuando se retome la actividad judicial luego de la feria, se realizará la audiencia preliminar donde se discutirá la admisibilidad de la acusación y el requerimiento de elevación a juicio. Una de las salidas podría ser un acuerdo pecuniario entre las partes, aunque la defensa de Milano explicó en su momento a este medio que esa no era una posibilidad porque “Milano nunca tuvo nada que ver con Truck ni fue socio oculto”.