La fuga de siete detenidos de la comisaría 24ª dejó dudas en quienes ahora deben investigar esa evasión. No descartan la posibilidad de que a los fugitivos les facilitaron las cosas, por negligencia o por complicidad. Dejar una puerta mal cerrada y hacer la vista gorda, para decirlo mal y pronto.

La fiscal de la Oficina de Corrupción y Violencia Institucional, Karina Bartocci, le encargó a la División Judiciales de la policía el secuestro del candado de una puerta por la que pasaron los evadidos, y el libro de guardia de la seccional de Granadero Baigorria.

"Se pudo constatar que la mecánica de cierre del candado no era la correcta, por lo que se investiga si estas condiciones en las que se encontraba el objeto fueron intencionales", explicó la funcionaria judicial acerca de la forma en la que los presos pudieron haber escapado el jueves por la tarde.

Por otra parte, el secuestro del libro de guardia obedece a la intención de la fiscal de corroborar quiénes fueron los policías que estuvieron de turno en la comisaría en las horas previas y en el momento de la fuga.

Además Bartocci elaboró un informe con su evaluación de irregularidades de la comisaría, donde contrastó con notas enviadas por el comisario a cargo, donde solicitaba refuerzos de seguridad o el traslado de detenidos por las condiciones edilicias.

Los detenidos fueron trasladados a otra dependencia. Aún hay 4 prófugos siguen las medidas para recaptura ordenadas por el fiscal Rios.

El gobierno también busca culpables

El Ministerio de Seguridad defendió las refacciones edilicias que realizó en dicha comisaría y aclaró en un comunicado que “se tomarán las medidas que sean necesarias y se aplicarán las sanciones que corresponda una vez que se determine la responsabilidad del hecho”.

El gobierno aseveró sobre “la efectividad que tienen los Módulos de Detención Transitoria con los que cuenta, construidos con las normas de seguridad especificadas internacionalmente para dicho uso y respetando los estándares internacionales relativos a habitabilidad en condiciones de prisión exigidos por los organismos de derechos humanos”.

Según la cartera de Seguridad provincial, estos dispositivos “están preparados para alojar personas de  manera transitoria y por cortos períodos de tiempo, y cuentan con un cupo prefijado de plazas conforme a los parámetros establecidos por los pactos internacionales”. 

Finalmente, detalló los materiales utilizados: hormigón armado y acero, lo que resulta una mejora sustancial para el resguardo y la seguridad, un sistema de cámaras cctv, que permite al personal policial desde su puesto de guardia controlar el sector, entre otras condiciones de iluminación y ventilación. Así y todo, siete detenidos huyeron igual, aunque la policía luego recapturó a tres de ellos.