Luis Pautasso estaba trabajando fuera de Casilda, donde vive con su familia, cuando el llamado de su hijo Jason, sobresaltado, lo interrumpió este viernes por la mañana. El corazón se le vino a la boca cuando escuchó a su hijo avisarle que el colectivo en el que viajaba había protagonizado un gravísimo accidente a la salida de Pérez, a pocos metros de la llamada Curva de la Muerte. De inmediato se dirigió al lugar y luego entregó su testimonio a Radio Casilda.

"Siento un alivio por mi hijo, pero estoy muy dolido porque la masacre que vi es terrible. No se puede explicar. Lamentablemente, creo que eera algo evitable", manifestó el padre del pasajero. 

"Tiene lesiones, cortes en las piernas, pero es muscular. Estuve con él, se bajó caminando del colectivo por una ventanilla trasera. Tiene muchos cortes en las piernas y subió a la ambulancia caminando. Descartan en forma rotunda una lesión ósea", dijo Pautasso, quien al momento del accidente estaba trabajando en Santa Teresa.

Jason Pautasso y Nicolás Ruggeri, dos de los casildenses que viajaban en el Monticas que chocó, iban rumbo a Rosario a cursar sus estudios de kinesiología y estaban sentados en el asiento trasero del ómnibus. Acaso esa sea una de las razones por la que ambos están fuera de peligro.