En un diálogo ameno con Sí 98.9, Angélica Gorodischer despliega toda su frescura de mujer moderna, lúcida y trasgresora, y adelanta de qué viene su nuevo libro de cuentos “Las nenas”: “tiene el recurso del protagonista en una nena, que nunca lo usé por ese miedo a que salga el prototipo de nena demonio que nunca me gustó”.

El libro se concibió solito: “el primer cuento corto lo comencé hace poco con un personaje que era una nena, y cuando lo terminé recordé ‘pero este cuento yo ya lo escribí’. Entonces fui a la carpeta de cuentos que guardo en la computadora, y tenía otro cuento guardado que también era un personaje similar, revisé y había dos o tres más. Entonces me dije ‘¿qué hago con todo esto?’, tengo medio libro, voy a terminar de escribirlo”.

Son cuentos muy distintos con una misma base, surgieron sólos alrededor de nenas como protagonistas, y consultada sobre lo autoreferencial reconoció que “claro, uno escribe cosas que le pasan, a veces sólo para pensarlo, y uno de los cuentos devino de estas cosas”.

Es que para la pluma rosarina, la narrativa no cuenta ideas, “cuenta peripecias, lo que pasa, transparenta lo que pensás y dónde estás ubicado en el tiempo y espacio”. Porque según su concepción del mundo: “no existe ‘la mujer’. ¿Quién es ‘la mujer’? Somos ‘las mujeres’, porque yo no tengo seguramente los mismos problemas que una madre de un país africano ó una abogada holandesa, sus problemas tienen que ver con el contexto social en el que viven”.

A Angélica Gorodischer le enojan las mujeres vencidas. Hace años trabaja por los derechos de las mujeres, y no tiene medias tintas por las conformistas: “lucho en lo que puedo, no me sale ir a manifestarme a la Plaza de Mayo, pero sí puedo dar conferencias, escribir artículos, y eso lo sigo haciendo”.

Sobre los logros de las mujeres de este siglo, Angélica deslizó: “a veces me siento optimista sobre todo lo que hemos logrado, cuando me comparo con mi mamá y mi abuelita, pero otras veces me desanimo y pienso todo lo que nos falta hacer para que las mujeres sean genuinas y cumplan sus deseos”.

Es que hasta en la narrativa la escritora se suele encontrar con mujeres vencidas, que terminan asesinadas, violadas o alcohólicas. “Pero en un mundo falogocéntrico en que vivimos, de vez en cuando encuentro mujeres que obtienen lo que quieren, y no hablo de grandes luchas: son pequeñas cosas difíciles de conseguir, sea por inconvenientes domésticos o sociales. Pero pelean y lo logran”.

El libro “Las nenas” Gorodischer muestra eso, que “la protagonista es una nena, sí, pero obtiene lo que quería, que le devuelvan a su mamá”. Hay nenas que se plantan y consiguen lo que desean por los caminos que tienen a su alcance, y también hay “una concepción muy convencional, que no me interesa, del estereotipo que también existe de las nenas inocentes que adentro son un demonio”.

También recordó el estereotipo de las mujeres de las novelas “que sufren y dicen ‘oh, los hombres me han hecho mal’, y cuando en las mismas novelas muestran otras actitudes, quedan mal vistas, como al margen, trasgresoras”.