La Escuela Orquesta de barrio El Triángulo, la de barrio Tablada y la de Baigorria unieron a más de 200 alumnos en una original forma de protesta contra las administraciones nacional y provincial ante la posibilidad de que se interrumpa el programa que las sostiene. “Hace más de un año que varios docentes no cobran sus sueldos, y trabajan ad honorem por propia decisión, y se resiente en los últimos meses con el cambio de gobierno”, señalaron.

La manifestación musical responde al reclamo del compromiso asumido por la Nación cuando promovió la formación de las Escuelas Orquestas del Bicentenario, ya que hay docentes que desde marzo de 2015 no renuevan sus contratos, por lo que califican la situación: “El gobierno nos soltó la mano”.

En el mismo sentido, piden al gobierno provincial que cumpla con su palabra de garantizar el funcionamiento de cada una de las orquestas barriales así como de las provinciales, ya que denuncian que "no se están haciendo cargo de la regularización de docentes, ni los regímenes de licencias y reemplazos".

En estas escuelas participan cientos de chicos de barrios rosarinos y de la región que quedarían “en la calle, y como padres debemos custodiar que esto no se cierre, aunque tenemos la seguridad de que estos recortes van a seguir”, expresó a Rosarioplus.com Viviana, una madre preocupada por el destino de la orquesta de la que participa su hijo.

De esta manera, “mientras los docentes reclaman sus sueldos en la vía paritaria, los chicos y padres los apoyamos reclamando con lo que ellos saben hacer, que es tocar”. En la orquesta de El Triángulo los pequeños músicos empiezan desde los tres años, y son más de 150 chicos, algunos en lista de espera porque no hay cargos suficientes.

"Desde la escuela Nº 518 hemos hecho que muchos chicos se dediquen a la música, no se pierdan en la calle, hemos incentivado a los adolescentes a terminar el secundario, todo a través de las clases musicales y curriculares, todo a partir de esta experiencia", afirmó Viviana.

Los protagonistas

Joaquín hoy tiene nueve años, pero tenía cinco cuando vivía silbando en su casa, y todos le decían a su mamá María Sol y a su papá que “este chico tiene una vocación con la música”. Pero como no podían costear las clases particulares de un profesor, se enteraron que en una escuela del barrio Tablada se enseña de forma gratuita una variedad de instrumentos a sus alumnos.

Aunque Joaquín no iba a esa escuela, no era de ese barrio, y ni siquiera tenía la edad mínima necesaria para tocar, la Escuela Orquesta de Tablada hizo una excepción. Ahora hace cuatro años que Joaquín toca el violín y el cello, aunque en realidad, María Sol recordó que “quería tocar el contrabajo, pero no existe uno tan pequeño para él”.

Joaquín, por ser el más chico, es el niño cuidado por los más grandes de la orquesta, y es tal su pasión, que lleva contadas las presentaciones que hizo, y “lleva 21 en estos cuatro años” contó orgullosa su mamá.

María Sol explicó que “estas escuelas no solo enseñan el amor a la música, sino que dan contención, copa de leche a muchos chicos que no comen en sus casas, y lo más importante es el sentido de grupo”.

Patricio tiene nueve años y toca el corno, y al revés que Joaquín, comenzó a participar de la escuela orquesta desde la participación de su mamá Romina: “Fui la primera en acercarme a colaborar con el grupo de padres porque yo no estaba bien, y el ayudar a los chicos me ayudó mucho a mí, y después mi nene ingresó incentivado por mí”.

El niño antes era tímido, y desde que empezó a tocar en la escuela orquesta de El Triángulo es un chico sociable, aseguró Romina.