Brasil terminará 2017 con una inflación del 4,43 %, inferior a la meta que se impuso el Gobierno (4,50%) y será la menor tasa para el país en los últimos ocho años, según una proyección de economistas difundida este lunes por el Banco Central.

La previsión figura en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta con un centenar de expertos de entidades financieras, sobre el rumbo de la economía del país.

Hasta la semana pasada los analistas proyectaban una inflación para este año del 4,47 % y hasta hace un mes del 4,71 %, detalla un cable de la agencia de noticias EFE.

Los economistas vienen reduciendo gradualmente su previsión para la tasa de precios este año desde hace siete semanas y en medio de la mayor recesión que enfrenta Brasil en las últimas décadas, que provocó una fuerte caída del empleo y de la renta, lo que se ha reflejado en la demanda y el consumo.

La inflación ya cayó desde el 10,67 % en 2015, cuando alcanzó su mayor nivel en trece años, hasta el 6,29 % de 2016, un índice por debajo del techo de tolerancia admitido por el Gobierno (6,50 %).

De confirmarse el nuevo pronóstico, la inflación de este año caerá casi dos puntos porcentuales y se situará en el menor nivel desde 2009 (4,31 %).

Para 2018, los economistas esperan una inflación del 4,50 %, una proyección que han mantenido inalterada por 30 meses. En cuanto al crecimiento económico, los analistas esperan que el Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil avance 0,48 % en 2017, el mismo pronóstico que tenían la semana pasada, con lo que finalmente acabaría la grave recesión que el país enfrenta desde 2015.