La discusión sobre cómo contrarrestar la violencia y la ola de delitos enquistada en Rosario alcanzó en las últimas semanas a las entidades gremiales que defienden y luchan por los intereses de los trabajadores. Un sector mayoritario presionó para concretar el arribo de más agentes federales. "Que vengan más gendarmes", reclamaron y exigieron los integrantes de la mesa intersindical, conformada por más de 50 gremios, en todas las reuniones que mantuvieron con las máximas autoridades del gobierno provincial. La saturación policial fue el tema excluyente de aquellos encuentros. La puesta en marcha de la tan ansiada medida generó la inmediata reacción de un grupo de dirigentes gremiales que pide otra “batería de medidas”. “Estamos inseguros cuando no podemos ejercer derechos básicos y fundamentales como son el trabajo, la vivienda y la educación”, plantean.

De un lado están los representantes de la UOM, taxistas, Sadop, Smata, La Bancaria, Empleados de Comercio, ceramistas y camioneros, entre otros gremios de peso. Del otro, quienes conforman la Regional Rosario de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), que nuclea a dirigentes de Amsafé, del Sindicato de Docentes e Investigadores de la UNR (Coad) y de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

El fondo de la discusión, al cabo, parece estar centrado en qué receta priorizar y a dónde destinar los recursos estatales. Este martes, Rosarioplus.com publicó un informe que da cuenta que la provincia gasta siete veces más en seguridad que en políticas sociales. En la investigación se detalla que la brecha será aún mayor en 2016 debido a que se incrementará en un 40% la partida del presupuesto nacional en materia de seguridad: se invertirán 1.055 millones de pesos para costear el patrullaje de los efectivos federales.

Horacio Boix, titular de los peones de taxis, fue uno de los gremialistas que bramó por un nuevo desembarco de gendarmería.  En declaraciones públicas, pidió además que el gobierno los deje “trabajar tranquilos”, en referencia a las denuncias de abusos y apremios ilegales.  “Si hay que pegarle a alguno, hay que pegarle”, sintetizó el verborrágico dirigente.

Los representantes gremiales que no adhieren a esta visión, a la que denominan “la profundización de la represión”, difundieron un comunicado para dejar en claro que el pedido de más policías en las calles es sólo un “atajo” y una “mirada parcial y muy sesgada” de lo que ocurre hoy en Rosario.   

Facundo Peralta, Secretario de Juventud de la CTA-A provincia de Santa Fe, miembro de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y militante de Causa Organización Popular, pidió discutir y reflexionar en torno al concepto de inseguridad. “Estamos inseguros cuando no podemos ejercer derechos básicos y fundamentales, como son el trabajo, la vivienda, la educación, derechos que hacen a la dignidad de las personas”, definió.

Según este grupo de dirigentes, en el 60 por ciento de los homicidios registrados este año, las víctimas fueron personas jóvenes, menores de 25 años, oriundas de familias humildes que viven en barrios populares. “Esto no es casualidad y estamos próximos a poder probar que esto forma parte de una planificación política”, denunció Peralta.

En este contexto, descreen que las fuerzas represivas logren disminuir “los niveles de violencia social”.  “Nunca el uso de las fuerzas represivas es la solución para los problemas de los sectores populares, sobre todo porque el control del uso de la violencia proviene de sectores poderosos que, por otra parte, son la fuente de financiamiento de la corrupción y la violencia”, destacó la Secretaria General del Sindicato de Docentes e Investigadores de la UNR (COAD), Gloria Rodríguez.

Rubén Suárez, Secretario Adjunto de la Central provincia, señaló que, a su juicio, la solución “no es más policía, sino más conciencia en el campo popular”. Rodríguez profundizó sobre este concepto: “Repetimos que ningún niño nace delincuente o ladrón, por lo que apuntamos a pensar por qué no nos ponemos como tarea y objetivo la promoción de redes de solidaridad, de caminos que nos lleven a la promoción de alternativas que generen mejor sociabilidad entre las personas”.

Más explícito fue Raúl Díaz, Secretario Adjunto de la CTA-A Rosario y Secretario General electo de la ATE local. “La seguridad también tiene que ver con que haya pleno trabajo y vivienda digna para todos los trabajadores. Hay una educación que no está garantizada, escuelas que no están en condiciones, docentes que no dan abasto con toda la tarea que tienen que llevar adelante, un sistema de salud muy complicado invadido por negocios privados, hospitales colapsados, falta de personal, obras públicas que no se terminan de construir. Pueden venir todos los gendarmes y capaz que nos sentimos la ciudad más segura del mundo, pero si no resolvemos las cosas esenciales de la vida, no va a haber solución y seguiremos navegando sobre ese problema”, concluyó.