La investigación judicial por la muerte de cinco jóvenes e intoxicación de otros en la fiesta electrónica de Costa Salguero Time Warp, que ahora está en la esfera federal por vincularse con la comercialización de estupefacientes, busca determinar las presuntas responsabilidades de los organizadores de la actividad y apunta a encontrar vendedores de las sustancias, y sospecha de una “zona liberada”.

Por los testimonios que existen en el expediente, la justicia federal a cargo del juez Sebastián Casanello, trabaja con la hipótesis de que la fiesta era "una zona liberada", ya que -según fuentes judiciales- no había ninguna fuerza de seguridad controlando lo que pasaba dentro de la fiesta y que "sólo había seguridad privada a cargo de la organización". 

En tanto, Prefectura Naval "sólo estuvo afuera" y no secuestró ninguna droga, por lo que para el juez Casanello fue correcto que el fiscal Abraldes apartara a esa fuerza de la investigación.
Algunas personas que prestaron declaración en la causa afirmaron además que el cacheo para ingresar a la fiesta fue "inexistente" y que dentro del predio "se vendía a morir todo tipo de pastillas sin control".