Los investigadores de la muerte del cura Juan Viroche, quien apareció ahorcado en una parroquia en Tucumán el 5 de octubre pasado, allanaron la casa de una mujer que, se cree, mantenía una relación sentimental con el sacerdote, y secuestraron seis teléfonos celulares, ante la sospecha de que desde alguno de ellos salieron los mensajes intimidatorios que le enviaron los días previos a que apareciera muerto.

Fuentes judiciales aseguraron que el fiscal Diego López Ávila recibió en los últimos días los resultados de los peritajes del teléfono del cura en los cuales se determinó que los mensajes provenían de los celulares que estaban a nombre de la joven, de un hermano de ella y de un tío.

El fiscal tenía acreditado que un hombre que se hacía llamar Raúl Toscano amenazaba al cura a través de la red social Facebook, pero los pesquisas descubrieron luego que en realidad ese perfil se manejaba a través del teléfono de la mujer, cuya identidad se mantiene en reserva.

Según revelaron voceros de la investigación, horas antes de que el sacerdote apareciera sin vida, la joven le envió más de 20 mensajes de texto, donde lo amenazaba con terminar con su carrera de sacerdote porque la había abandonado y formado pareja con otra mujer, pero al mismo tiempo le recordaba que lo amaba perdidamente y que quería que volvieran a estar juntos.

Personal de la División Homicidios de la policía provincial, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Daniel Cuellar, realizaron en las últimas horas dos allanamientos en domicilios en las localidades de Delfín Gallo y Bella Vista, donde secuestraron al menos seis celulares y una tablet.

López Ávila analizaba ahora qué medidas tomar con la mujer y sus familiares, dijeron las fuentes cercanas a la investigación.
El fiscal deberá establecer si esos mensajes no terminaron siendo una presión para que Viroche decidiera quitarse la vida, y en caso de confirmarse podría acusarla de haberlo inducido al suicidio. Además, el fiscal recibió los resultados de las pericias toxicológicas que se le practicaron al cuerpo del cura que determinaron que no había consumido ningún tipo de drogas.

Viroche fue encontrado ahorcado en la parroquia de La Florida el 5 de octubre pasado y tanto los fieles que asistían a sus misas como sus familiares denunciaron que el sacerdote había sido víctima de los narcos que comercializaban drogas en diferentes localidades del este de la provincia.

Esa hipótesis, que generó movilizaciones en esta provincia y el repudio de distintos sectores de la Iglesia, le quitó fuerza a la otra teoría que se manejaba desde un primer momento y establecía que el sacerdote habría estado sufriendo algún tipo de problema por la vida sentimental que llevaba y que se mantenía en reserva.