El temporal que no se quiere ir de los cielos santafesinos de los últimos días reinstaló en la agenda pública el drama de 1.500 personas que están evacuadas, algunas de ellas desde hace cuatro meses. Esta vez, las lluvias afectan sobre todo a los departamentos San Cristóbal y Vera, en el norte de la Bota, según el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo.

El funcionario indicó que "fueron temporales de lluvia, quedaron muchas zonas anegadas, pero lo que más preocupa son las precipitaciones que se están presentando en la cuenca del río Salado". En declaraciones a la agencia Télam, marcó: "Los pronósticos no soy muy alentadores, se prevé una continuidad de ciclos húmedos en la región", puntualizó y agregó que "hay zonas en las que cayeron mas de 360 milímetros en pocas horas". 

Sobre la situación del río Paraná, Escajadillo indicó que "siguen siendo 1.500 los evacuados por inundaciones y lluvias, situados desde esta capital santafesina hacia el norte, pese a lo cual no hay mayores inconvenientes".

Más temprano, el funcionario dijo por Radio Sí 98.9: “Estamos esperando ver qué sucede con el cauce del río Salado, porque todo concluye y alimenta esa cuenca”, explicó. Es que los informes de la altura de los ríos en la capital provincial indican este martes que el Paraná tiene una marca de 5,72 metros, que subió dos centímetros, al igual que el río Salado, con un registro de 5,75 metros de acuerdo a lo expresado por Prefectura Naval Delegación Santa Fe y el observatorio de la Universidad Nacional del Litoral.

"Estamos evacuados hace cuatro meses por la crecida del río Paraná, vivimos como podemos en estas casitas precarias de chapa y maderas con baños quimicos", dijo a Télam Marcelo Pereyra, en un centro de evacuados de la costa este, frente a la Vuelta del Paraguayo y a la vera de la ruta nacional 168.

"Comemos lo que pescamos y cazamos, ya que al no poder trabajar como corresponde no podemos vender y obtener dinero para comprar cosas. Hacemos como podemos, los chicos siguen asistiendo a clases en la escuela, pero realmente es difícil vivir así y más complicaron todo las lluvias", añadió.

"Nos vacunaron, siempre pasan y nos preguntan gente del gobierno si necesitamos medicamentos o si estamos bien de salud, pero es difícil no enfermarse viviendo con los pisos inundados, en medio del barro", explicó y puntualizó que "nos ofrecieron llevarnos a otros lugares de evacuados, pero no podemos, no queremos perder todo".

Por otra parte, uno de los departamentos mas complicados por las lluvias es San Cristóbal, a 180 kilómetros al norte de la capital provincial.
El senador provincial, Felipe Michling, consignó que tomó contacto con el gobernador Miguel Lifschitz "a los efectos de coordinar ayuda inmediata a todos los damnificados, tenemos 50 evacuados por lluvias".

"Se comprometieron a brindarnos ayuda social y el modo de distribución para que llegue a la gente inmediatamente, como ser ropa, frazadas, alimentos, bolsas, elementos de limpieza y demás enseres necesarios para contrarrestar la emergencia", manifestó.

"Estamos monitoreando minuto a minuto, junto al intendente y su gabinete, toda la situación e informando permanentemente a las máximas autoridades de la provincia para tratar de aliviar lo más que se pueda esta difícil situación que les toca pasar a los vecinos de San Cristóbal, a partir de esta inesperada contingencia climática”, afirmó.