El domingo 6 de febrero de 2005, el productor agropecuario Omar Bartorelli fue hallado muerto en Arequito. El cuerpo del hombre de 44 años tenía ocho puñaladas. María Antonia Gauna, su esposa, fue encontrada con vida al lado del cadáver de su esposo, en el jardín de la casa en donde ambos vivían, ubicada en Víctor Monetta 1105. Ella fue, desde el principio de la investigación policial, señalada como la principal sospechosa de haber cometido el crimen. Acusada de homicidio doblemente calificado, en 2008 fue condenada a prisión perpetua. Pasó doce años en la cárcel. Pero el 21 de diciembre de 2016, la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe la absolvió de culpa y cargo.

Hasta ahora, María Antonia se había mantenido al margen de los medios. Pero por primera vez, este jueves decidió contar su historia. Y fue en diálogo con Radio Casilda. 

“El asesino de mi marido tiene nombre y apellido. Por eso estoy pidiendo, desde el segundo día que salí en libertad, que se inicie la búsqueda de los culpables de lo que pasó”, fueron sus primeras palabras. “Yo declaré, con nombre y apellido, quien es realmente el asesino de mi marido. Nunca fue investigado", enfatizó.

María Antonia siempre insistió en que había habido una tercera persona en la escena del crimen, responsable de la muerte de su marido. Siempre sostuvo su inocencia. Pero, a la hora de condenarla a prisión perpetua, los magistrados descartaron la presencia de una tercera persona. La defensa apeló la sentencia por considerar que no había motivos para que la acusada matara a su marido y tampoco pruebas que la incriminaran. 

La condena se revirtió gracias a un recurso de revisión presentado por el abogado Hernán Augusto Martínez. El estudio afirma que en su mano izquierda, María tiene cortados los tendones y flexores y por ser diestra, resulta imposible haberse dañado la mano derecha.

"Desde el primer momento que yo fui privada de mi libertad, siempre la hipótesis fue dirigida hacia mí”, lamentó la mujer, nacida en Corrientes hace 47 años.

Si bien por el momento, María Antonia no puede ampliar su declaración de forma pública, trascendió que la esposa de la víctima apunta sus sospechas hacia un familiar de Bartorelli, quien habría ingresado encapuchado a la casa y habría atacado a la pareja tras robar una importante suma de dinero.

Ya pasaron nueve meses desde que María recuperó libertad. Tras ser absuelta, lo que ahora busca es que se encuentre al responsable del asesinato de su marido. “Así como a mí me investigaron y estuve privada de mi libertad, esperé 11 años y 10 meses presentando pruebas y demostré que soy inocente. Esta persona también debe estar en una cárcel siendo investigada. Si dice que no es culpable, que demuestre lo contrario como lo hice yo. Este asesino debe estar en la cárcel. Me arruinó la vida”, manifestó conmovida.