Era de esperar que la adhesión a la ley de descanso dominical que ayer aprobó el Concejo encresparía a los afectados directamente por la medida que los obligará a cerrar los domingos a partir de julio. Así sucede con la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar), que nuclea en su mayoría a firmas con establecimientos de más de 1.200 metros cuadrados, tal como manda la ordenanza aprobada.

Verónica Solmi, gerenta de la entidad empresaria, analizó la situación definida ayer en el Palacio Vasallo como el cambio de “una ley de descanso para el trabajador a una ordenanza comercial que genera competencia desleal”.

Solmi cuestionó lo que salió del Concejo y que rige para Rosario como “una aplicación desvirtuada” de la legislación provincial. Ella interpreta que la ordenanza municipal no es acorde a la ley que aplica el descanso para supermercados de más de 120 metros, y que aquí se lo modificó a 1200 metros cuadrados. “En vez de conseguir que todos los trabajadores descansen, genera diferencias entre ellos y entre los supermercadistas que representamos”.

En diálogo con Rosarioplus.com estimó que, producto de esta modificación de costumbres de los consumidores, "habrá un quiebre de facturación, y se beneficiarán supermercados medianos que no generan demasiado empleo".

Solmi aclaró que su asociación cuenta con supermercadistas grandes y pequeños, y “este modo de aplicación genera una competencia desleal entre unos y otros”. Sin embargo aclaró: “Apoyamos esta ley, pero al haber modificado las condiciones en Rosario, se desvía la esencia de la norma y lo sancionado es sólo para un sector”.

Según estiman desde Casar, los consumidores al tener los grandes supermercados cerrados un domingo y los medianos y pequeños abiertos, no “van a cambiar su compra planificada por otro día sino que mientras puedan, irán a otros mercados de la zona”.