Después de un jueves caliente en el Congreso y sus inmediaciones, y de incluso analizar la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el gobierno se frota las manos. Es que Cambiemos confía en convertir en ley este lunes, con el apoyo de los diputados que responden a los gobernadores, el proyecto para la reforma previsional que modifica el sistema de actualización de los haberes jubilatorios, en una sesión especial que anticipa un fuerte debate entre el oficialismo y la oposición más cruda.

El interbloque Cambiemos -que conduce el radical Mario Negri- llegará a la sesión especial de las 14 con un acuerdo político bajo el brazo, celebrado el viernes con mandatarios provinciales y algunos diputados opositores, que en principio le alcanzaría al Gobierno para conseguir el quórum reglamentario de 129 legisladores, el paso previo a la aprobación de un proyecto que considera clave.

El consenso se logró en virtud del compromiso oficial de otorgar una compensación a los jubilados por el desfase ente los dos sistemas: la ley de movilidad que rige desde 2009 se basa en una actualización semestral de acuerdo a la evolución de la recaudación y la variación salarial, y la nueva sería trimestral y resultante de una combinación entre la inflación e incremento del sueldo promedio.

Si todos cumplen las promesas, Cambiemos debería arrancar la sesión con la presencia de unos 140 legisladores, teniendo en cuenta que el oficialismo tendrá 105, a los que se sumarían unos 25 que aportarán los gobernadores del Interbloque Argentina Federal -que conduce Pablo Kosiner-; 4 de Evolución Radical -conducidos por Martín Lousteau-; 6 del Frente Cívico de Santiago del Estero, y 2 de monobloques.

Ese acuerdo, que implicará al Estado un desembolso de 4.000 millones de pesos, establece que se otorgará un adicional de 700 a aquellos que cobren jubilaciones menores de 10.000 pesos con años de aporte; de 315 pesos a los que tengan 30 años de aporte, y 400 a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.

La sanción de la reforma previsional es central para el presidente Mauricio Macri, artífice del paquete de leyes entrelazadas entre sí, y que fueron consensuadas con los mandatarios provinciales, por lo cual necesita que se aprueben los seis proyectos que forman parte del mismo conjunto, como el presupuesto, los acuerdos fiscales, el revalúo de los balances empresarios y las reformas tributarias y previsional, siendo éste último el que genera una fuerte división del arco político.

Si bien el oficialismo logró la aprobación del proyecto previsional en el Senado, la discusión se complicó en Diputados, donde el kirchnerismo, el massismo y la izquierda conservan una significativa influencia.

Este lunes tampoco será fácil la jornada para Cambiemos, porque si bien ratificó un acuerdo con los gobernadores peronistas, el FPV y el massismo buscarán trabar la sesión. En tanto, de nuevo habrá marchas callejeras, aunque en esta ocasión la seguridad del Congreso ya no estará a cargo de la Gendarmería, sino de la policía porteña.