Los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA, Michel Platini, fueron suspendidos durante ocho años, según decidió en Zúrich la comisión ética de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, situación que se enmarca en el escándalo de la FIFA.

Los dirigentes fueron acusados por un sospechoso pago de dos millones de francos suizos (unos dos millones de euros) que Platini recibió del helvético en 2011, aunque ambos sostuvieron que se trataba de honorarios transferidos con retraso por el trabajo de asesoramiento que este hizo para la FIFA entre 1998 y 2002. 

Vale precisar que los cargos de corrupción no fueron mantenidos, dado que el comité los culpó de "conflicto de intereses" y de "gestión desleal". Además, Platini fue castigado además con pagar una multa de 80.000 francos suizos (74.000 euros), más alta que la de Blatter, fijada en 50.000 francos suizos (46.295 euros).

"El señor Blatter, en su posición de presidente de la FIFA, autorizó el pago al señor Platini, que no tiene base legal en el acuerdo escrito firmado por ambos dirigentes el 25 de agosto de 1999", advirtió hoy Comisión de Ética.

Más de quince altos dirigentes de FIFA y empresarios fueron detenidos durante 2015 tras la investigación de una fiscalía de Nueva York quien los acusa por haber sido parte de sobornos y comisiones para adquirir derechos televisivos de las más importantes competencias de fútbol durante los últimos 24 años.

El escándalo hizo que Blatter, quien el 29 de mayo había sido reelecto para un quinto mandato que debía durar hasta 2019, diera marcha atrás y anunciara su renuncia y la convocatoria de un Congreso para determinar su sucesor a principios de 2016. Platini se perfila como candidato, pero ahora sus planes están truncos.