El tenista rosarino Facundo Bagnis se instaló en la ciudad que lo vio nacer y desde

hace varias semanas entrena en el club Gimnasia y Esgrima junto a su flamante coach,

Javier Nalbandian. Si bien desde un principio su sparring fue una de las grandes

proyecciones nacionales, Tomás Descarrega, con el correr de los días se sumó a las

prácticas otro de los grandes representantes locales en el circuito mayor, Renzo Olivo.

Bagnis, quien desde hace años reside en Armstrong, es uno de los máximos

exponentes de la Federación Santafesina de Tenis en el circuito profesional y vino a

Rosario como parte de la planificación anual de su trabajo después de haber realizado

algunos cambios en su carrera.

 

Uno de ellos, y hasta ahora el más importante, es el de haberse sumado al equipo de

trabajo de Javier Nalbandian, hermano del “Rey David” quien además es coach desde

hace tiempo a Renzo Olivo, motivo por el cuál de ahora en más pasará más tiempo en

la ciudad.

 

“Fue un año de muchos cambios, a Javier (Nalbandian) lo conozco de cuando lo

entrenaba a Eduardo Schwank. Siempre admiré su trabajo y la capacidad que tiene,

puede pasar horas en la cancha, es muy exigente y eso me gusta mucho. Yo

necesitaba un cambio, tal vez regresar al interior y estar más cerca de mis seres

queridos”, explicó Bagnis.

 

Los cambios que el rosarino incorporó en su cuerpo técnico trajeron aparejados

nuevos desafíos y días atrás lo tuvo enfrente, en un intenso peloteo, a David

Nalbandian. “Hace poco estuve toda la semana en Córdoba, no teníamos muchos

chicos para jugar y se nos ocurrió hacerle un asado a David para tentarlo. Le pedimos

si nos hacía el favor de ir al día siguiente adonde estamos practicando. Le tiramos el

anzuelo y pico. Es impresionante, hacía años que no jugaba y no erró una sola pelota

en todo el entrenamiento”, contó.

 

En su llegada a la ciudad, Bagnis tuvo la posibilidad de pelotear con un sparring de

lujo, Tomás Descarrega, una de las grandes promesas de tenis nacional. “No lo

conocía a Tomás. Me impresionó su altura y su físico. Entrenando me gustó mucho,

además, es tranquilo, de perfil bajo y humilde, algo muy importante a la hora de

encarar una carrera”.

 

A fines del año pasado, Bagnis, había alcanzado el mejor ranking de su carrera, llegó

a estar 55 del mundo, pero tuvo que lidiar con varias lesiones, además del cambio de

su raqueta y como consecuencia esta temporada no obtuvo los resultados que

esperaba. En la actualidad se encuentra en el puesto 161º. “Por ahora al ranking lo

tengo poco presente. Estoy con muchas ganas de volver a jugar después de la lesión

en los gemelos que me obligó a retirarme del US Open. La idea es poder competir en

todos los challenger de Sudamérica hasta fin de año”, explicó el rosarino y agregó:

“Además con Renzo (Olivo) estamos compartiendo los entrenamientos y muchos de

los torneos. Los dos estamos en un nivel y ranking muy parecido, los que nos da

facilidad a la hora de planificar la temporada junto con Javier”.

 

En relación al descenso de la Argentina en la Copa Davis y si es una deuda pendiente

su participación en el equipo nacional, Bagnis consideró que “si llega la convocatoria

será un sueño. Tengo mucho terreno por recuperar. Tal vez tuve chances de estar en

otras series y no fui citado por diferentes motivos. Pero para ir a Kazajistán no estaba

apto físicamente”, detalló y agregó: “El nivel del tenis es muy parejo. Con lo justo se

ganó la Davis y con lo justo se descendió. Obviamente que duele, pero hay que seguir

apoyando para que el tenis argentino, y no solo la Copa Davis, crezca cada vez más”.