Está el mito de que los científicos son aburridos. Pero no es verdad. O, al menos, no todos son aburridos. Para muestra, basta ver la original protesta que montaron los investigadores del Conicet este martes: una choripaneada. 

Sí. Los investigadores de la Red Federal de Afectados por el Ajuste en Conicet encontraron una creativa metodología para demostrar su repudio al recorte presupuestario que el gobierno nacional viene aplicando en el área científica: crearon el carrito Choricet.

Mientars los choripanes que salían al paso, los científicos aseguraban con ironía haber decidido "iniciar el camino del emprendedorismo científico vinculando la ciencia con la gastronomía popular vernácula", aunque a juzgar por el resultado de algunas piezas que salieron de la parrilla y según ellos mismos bromearon, los chicos no están para poner el parripollo. Es que se les quemaron un poquito. Nada grave.