Dos melones de Yubari, una localidad de la isla japonesa de Hokkaido, fueron vendidos hoy por 13.400 dólares, en la primera subasta de esta temporada agrícola en Japón.

Es tradición en Japón que se subasten los productos agrícolas que marcan el inicio de la temporada y cuyos primeros ejemplares, que alcanzan precios exorbitantes, se venden más con ánimo publicitario y simbólico que con afán lucrativo.

Sin embargo, en este caso pese a la elevada cantidad, la cifra supuso la mitad de los 26.900 dólares desembolsados el año pasado, la más alta pagada por melones en la última década, pero está en línea con las ofertas que suele alcanzar este producto para la ocasión.

Los dos melones de la variedad cantalupo, caracterizada por su pulpa de color naranja y sabor dulce, se subastaron en el mercado central de Sapporo, capital de la región, y fueron adquiridos por Kurashige Shoten, un vendedor mayorista de fruta de la ciudad, que repartirá los melones entre niños de una escuela primaria de Yubari.

"En las tierras de cultivo los envíos para la venta son una prioridad y los niños apenas tienen la ocasión de comerlos", dijo en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo Shoten
Un total de 580 melones, de los que se considera que tienen una calidad excepcional por haber disfrutado de una larga temporada de sol, fueron subastados.