Hace siete años, Jeff Kepner, de 64 años, se convirtió en la primera persona en recibir un trasplante de manos en los Estados Unidos. Sin embargo, el cuerpo del hombre rechazó las nuevas extremidades, y le imposibilitó al oriundo de Georgia manipular sus miembros.

"Desde el día uno nunca pude usar mis manos", dijo Jeff Kepner. "No puedo hacer absolutamente nada. Me siento en mi silla y miro televisión todo el día".

Según cuenta la revista norteamericana Time, Kepner se sometió a una intervención quirúrgica nunca antes realizada. En 1999, el estadounidense perdió sus manos debido a una enfermedad que se inició a partir de una infección por estreptococos. Desde ese entonces, hasta su operación, usó prótesis que dificultaban su vida pero que le hacían posible manejar y mantener un trabajo, algo que hoy le resulta imposible.

En 2009, el vecino de Augusta, Georgia, se sometió a una complicada y riesgosa operación que duró más de nueve horas. Luego de diez años, Kepner volvía a tener manos gracias a un donante.

A pesar del implante, el cuerpo de Jeff rechazó las nuevas extremidades. Los médicos del norteamericano no se dieron por vencidos y a lo largo de los años fueron realizando nuevas intervenciones a fin de intentar que las manos respondan.

Kepner aseguró que después de siete años está cansado de cirugías y que lo más probable es que siga con las manos no funcionales antes de someterse una vez más a un quirófano.

El cirujano que dirigió la operación en 2009, Dr. W. P. Andrew Lee contó que solo seis de cada cien trasplantes de este tipo han necesitado ser removidos en Estados Unidos y Europa. 

El oriundo de Georgia aseguró que su calidad de vida se ha disminuido, porque con las prótesis su vida era funcional en un 75 % y en la actualidad se siente en un 0 %.

Su mujer, Valerie, dejó de trabajar en mayo para poder hacerse cargo de su marido y el resto de su familia lanzó una página web para juntar fondos por los gastos que han tenido los últimos años.

Kepner aseguró que si pudiera volver el tiempo atrás no se habría hecho la cirugía pero que no culpa a los doctores responsables. "Era la chance que tenía y es la chance que tomé".