Se construyó como lugar de residencia pero nunca consiguió habilitación, por lo que terminó abandonado en la década de los años 50, para tiempo después, ser ocupado por centenares de familias en el barrio de Villa Lugano, que encontraron en el edificio un techo para vivir.

Ahora, parece que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene intención de tirar abajo la megaestructura. La idea es desalojar el predio para poder avanzar en la construcción del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.

El Defensor público Ramiro Dos Santos Freire y la Asesora Tutelar, Norma Sas, presentaron entonces una medida cautelar ante el juzgado Nº 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteño, a cargo de Elena Liberatori, para impedir los desalojos compulsivos.

Según indicaron en la presentación judicial, la Defensoría ha recibido pedidos de manera informal (llamados telefónicos, consultas en el territorio) que dan cuenta de la preocupación de los vecinos que reciben constantemente visitas de funcionarios del Gobierno porteño “que manifiestan que deben retirarse del predio y que resultaría inminente un desalojo.” Y señalaron que el Ministerio Público Fiscal de la Nación, a través de su Programa ATAJO, “ha receptado denuncias de vecinos que dan cuenta de esta situación”.

Las familias afectadas, remarcaron los defensores, padecen una “gravísima situación  de vulnerabilidad social y de carencia de recursos, que les impide sostener derechos básicos (salud, alimentación, vivienda digna) y que necesitan imperiosamente de la asistencia estatal y el reconocimiento de sus derechos”.