Hasta el domingo el Festival Internacional Payasadas reunirá a más de 100 artistas locales y extranjeros en las actividades en la Escuela de Artes Urbanas de Rosario. Este año, la edición 16, está asociada a la salud mental y las posibilidades de cura que ofrecen las artes urbanas. “Vienen los artistas del (hospital neuropsiquiátrico) Borda. Es importante porque existe mucha drogadependencia en los barrios y eso es un límite”, advirtió Marcelo Palma, director de la institución.

Desde 2001 el festival atrae a artistas circenses de varios países del mundo. Empezó con un aporte del programa de Ayuda a Grupos Vulnerables financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según contó Marcelo Palma, director de la escuela, se mantiene el objetivo de integrar como lo hizo durante la salida del gobierno de la Alianza y el estallido social que le siguió. “La intención era tomar a los chicos que estaban afuera del sistema escolar, darles una alternativa”, explicó el artista y agregó: “Hay que buscar la inclusión del chico pero no desde el lugar de «vengan, miren lo que nosotros tenemos», sino de hacer territorio nosotros: ver qué necesidades tienen", explicó Palma. Eso significa que en Rosario no sea extraño cruzarse a un clown, un grupo de chicos haciendo acrobacias o malabares.

Dieciséis años después, al festival convoca artistas europeos que costean sus viajes para ofrecer talleres gratuitos en Rosario. “Está bueno traer artistas ya consagrados, como para que los chicos vean una proyección”, calificó Palma y sumó: “Lo que nos distingue de todos los festivales -abundó, es que este es de una escuela. Es el más longevo que hay en Latinoamérica”.