Paleontólogos chinos, neocelandeses y estadounidenses descubrieron cuatro fósiles de hongos intactos en Birmania, los más antiguos hallados hasta la fecha con al menos 99 millones de años y algo muy raro ya que los hongos no suelen fosilizarse.

El descubrimiento se llevó a cabo tras revisar más de 20.000 piezas de ámbar de Birmania encontradas a lo largo de la última década, en las que también se hallaron tres tipos de estafilínidos -familia a la que pertenece el escarabajo- comedores de hongos de unos 125 millones de años.

Cada uno de estos hongos fosilizados, que miden entre dos y tres milímetros, son de especies diferentes, según las investigaciones dirigidas por el profesor Huang Diying del Instituto de Geología y Paleontología de Nankín.

El descubrimiento demuestra que ya existían hongos agaricáceos (aquellos que, como champiñones y setas, se alimentan de cuerpos en descomposición y suelen vivir en el suelo o, menos frecuentemente, en los troncos de los árboles) 25 millones de años antes de lo que hasta ahora se pensaba. Es extremadamente raro que un hongo se conserve como fósil debido a su fragilidad, y hasta ahora solo se conocían cinco especies fosilizadas exclusivamente en ámbar, según indicaron los especialistas.