Científicos del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera encontraron en las costas del Algarve portugués, al sur del país, un ejemplar de Chlamydoselachus anguineus, una especie de tiburón bastante remota y que se considera un 'fósil viviente' porque apenas ha evolucionado desde hace 80 millones de años.

En otras palabras, sus antepasados vieron cómo se extinguían los dinosaurios y cómo los humanos empezaban a habitar la tierra. Este ejemplar, denominado también tiburón anguila o clámide, puede llegar a medir dos metros, tiene unos 300 pequeños dientes muy afilados y una cabeza muy flexible para capturar a sus presas.

El descubrimiento ha sido foco de varias noticias a nivel internacional ya que se cree que este tiburón tan arcaico fue el origen de muchos mitos de monstruos marinos. Y es que el tiburón anguila es difícil de ver, vive de los 200 a los 1.500 metros de profundidad, pero a veces sale a la superficie.

Desde 2007 se han detectado varios ejemplares en Japón, aunque se cree que está extendido de forma aislada por varios puntos desde América hasta Oceanía pasando por la costa portuguesa y gallega.