Uno de los saberes generales mejor aprendido perdió su certeza en los últimos días. Es que a esa pregunta clásica de los juegos del tipo ¿Quién quiere ser millonario? en la que se pedía responder la montaña más alta del mundo, eran pocos los que no daban la solución casi al vuelo: el Everest.

Bueno, ahora se cayó un mito. Es que desde el mes de febrero, este accidente geográfico de Nepal, ansiada cima de multitud de escaladores y montañeros, ya no posee el pico más cercano al sol.

El Chimborazo, un no tan célebre volcán ecuatoriano, le mató el punto al monte asiático. Y lo hizo a pesar de medir 6.268 metros, es decir, bastantes menos que el Everest, que ostenta una altura de 8.848. ¿Cómo es esto posible?

Resulta que en febrero, la tercera Misión Geodésica que llegó al país latinoamericano traía una nueva forma de medir las alturas de las montañas: en lugar de hacerlo desde el nivel del mar, comenzaron a calcular alturas desde el centro de la Tierra.

Así fue que determinaron que el volcán está a 6.384.415,98 metros del punto central del planeta, lo que confirmó que es el punto más distante desde ese centro y el pico más cercano al Sol.

Además, el Everest tampoco quedó en segundo lugar. También el macizo nevado del Huascarán, en el centro de Perú, con unos 40 metros menos que la altura ecuatoriana, le quitó importancia al antiguo ganador.

Esta cima del planeta, la más alta de Asia, tiene dos kilómetros menos que el Chimborazo respecto del centro del planeta. Y la explicación de que las alturas de ambos no coincidan con esta afirmación tiene su respuesta en la forma de la Tierra.

“La Tierra es más plana en los polos y más ancha en el Ecuador. La diferencia de radio entre los polos y el ecuador es de 21 kilómetros”, explicó Olivier Dangles, representante en Ecuador del IRD.