La mañana de este viernes arrancó diferente, y desde muy temprano. Los madrugadores lo advirtieron por el estruendo de las bombas. El piberío que cursa el cuarto año de diferentes colegios del centro y macrocentro rosarino decidió festejar el pase a quinto, último peldaño de la secundaria, a pura batucada, espuma loca y bombas de estruendo desde la madrugada, en una previa llena de color pero sin incidentes.

En varios puntos del centro como la plaza San Martín, la Peatonal Córdoba y Boulevard Oroño se daban las mayores concentraciones de chicos y chicas que pasaron la noche de largo. “Estamos desde las doce de la noche festejando que pasamos a quinto”, le contó a Rosarioplus.com una alumna del colegio Misericordia que, junto a sus amigas, festejaba en el cantero central de Oroño. 

“Se hace desde hace varios años y nosotros seguimos la tradición”, agregó Valentina, que pasó la madrugada junto a sus compañeras “en la casa de una de las chicas del curso”. El festejo seguirá un rato más, porque chicas y chicos no tienen pensado entrar al colegio este viernes. Muchos de ellos continuaban sus festejos por el centro con destino al Monumento, siempre epicentro de alegrías y protestas rosarinas.

Los pibes de los secundarios contaron a Rosarioplus.com que los directivos de los colegios “no nos dijeron nada, solamente que nos cuidemos”. Lo mismo, dicen, pasó con sus padres: “Lo hablamos antes y nos dijeron que nos cuidemos”. 

En la zona de los colegios donde los chicos y chicas festejan había presencia policial, de agentes de Tránsito y de la Guardia Urbana Municipal. Estos últimos se encargaban de secuestrar pirotecnia y algunas bebidas alcohólicas que aparecían en los festejos. De cualquier modo, los pibes aseguraron que “los de la GUM nos trataron re bien, sólo nos piden que nos quedemos en el cantero central”. La espuma loca seguía, alguna que otra bomba de estruendo que escapó de un control y las batucadas que hicieron distinto el arranque de este viernes.