Mauro Icardi llegó en 2008 al FC Barcelona, casi al mismo tiempo que Pep Guardiola tomaba las riendas de la primera. Tenía 15 años cuando firmó "contrato" (contratar a un menor está prohibido, por eso las comillas). Cuando su edad lo dejaba en la puerta del vestuario dónde estaban Xavi, Iniesta y Messi, él decidió irse a otro club. ¿Por qué? ¿Qué razón motiva a un jugador dejar una situación de privilegio como esa?

Siendo todavía joven para debutar en primera le preguntaron a que delanteros admiraba. Eto’o y Batistuta siempre aparecían en sus comentarios. Dos delanteros de área.

Mauro Icardi

 

Posted by RosarioPlus on martes, 13 de junio de 2017

El 1 de mayo de 2009, tarde a la noche, Guardiola todavía estaba en su oficina del Camp Nou buscándole la vuelta a su rival del día siguiente, el Real Madrid, que venía invicto tras 17 partidos y le pisaba los talones en el torneo cuando faltaba solo un puñado de partidos. Pasadas las nueve de la noche, lo llamó a Lionel Messi. “Leo, tengo algo importante. Ven ahora. Ya”, le dijo. Venticuatro horas más tarde Barcelona explotaba de alegría. Su equipo había ganado 6 a 2 en el Bernabeu y Messi había inventado una nueva posición: el falso nueve.

Aquello que a Messi le parecía un arrebato de Pep terminó por ser la forma en la cual Lío terminaría de transformarse en el mejor de la historia. La decisión de emergencia terminó por ser una política de estado. Y eso, pensó Mauro, no era bueno para él. Y tenía pruebas: Samuel Eto’o y Zlatan Ibrahimovic se fueron de Catalunya, porque ya no los necesitaban. “Acá no voy a tener chances”, pensó y pidió al club que lo dejase ir. 

El incidente Wanda

No falta mucho para que Mauro Icardi vuelva a las tapas de las revistas, pero esta vez por su fútbol. En sus comienzos como jugador metió más de 500 goles en divisiones inferiores. Siendo menor de edad, el mejor Barcelona (2008-2009) lo contrató. Pero los primeros flashes llegaron por cuestiones ajenas al fútbol.

Los medios armamos una historia que se puede reconstruir brevemente así: “Mauro Icardi entró a la casa de Maxi López, agarró a su esposa y se la llevó”. Se omitió el poder de decisión de la mujer. Según los medios, Wanda Nara no decidió nada. Pero, según dijo Icardi y nunca negó Maxi López, fue ella quién llamaba a Icardi para invitarlo a navegar por el Mediterráneo. Pero los medios armaron todo de manera tal que Wanda pareciese un objeto que uno le robó al otro. Como si no tuviese voluntad.

En su circulo intimo siempre demostró tranquilidad. Icardi entendió siempre que poder estar al lado de la mujer que lo sacó de la depresión en 2014 era más importante que cualquier otra cosa, y que si tenía categoría de jugador de Selección la convocatoria tarde o temprano iba a llegar. "El destino de cada persona es imposible de cambiar", publicó Wanda en las redes cuando se enteró de que Sampaoli lo invitaba a la gira por Oceanía y Asia.

La ruptura con su primer representante 

Repentino como el "flechazo de amor" que en su libro autobiográfico dijo haber recibido por parte de la rubia, fue su separación del representante que lo acompañó desde la adolescencia. Abián Morano es un agente FIFA que cuando Icardi empezó a destacarse en el UD Vecindario le ofreció sus servicios. El representante lo acompañó hasta Milán. Para cuando el Inter se proponía renovar por primera vez el contrato de Mauro -con muchas mejoras-, Wanda se hizo cargo de las negociaciones.

Los medios de Italia destacaban la capacidad de negociación de la flamante empresaria. “Wanda mejora la oferta de Mauro”, titulaban. Desde España, via whatsapp, una persona muy cercana a Morano, escribe a Rosarioplus.com: “En realidad Nara consiguió lo mismo que Abián, solo que la esposa de Mauro ha renunciado a su parte”. Los representantes suelen "morder" un porcentaje de cada centavo que un jugador ingresa. Lo que esta fuente dice es que Wanda lo único que hizo es renunciar a su porcentaje para simular que había negociado mejor.