Una payasada más. Los 75 asambleistas que se reunieron en el predio de Ezeiza votaron, pero uno lo hizo mal. Sí, uno de ellos puso dos boletas en un mismo sobre y entonces el resultado fue un imposible 38 a 38. Por lo tanto, tras el papelón, se decidió pasar todo para otro momento.

Lo que asomaba como una elección sencilla, fácil de llevar adelante, terminó en un bochorno histórico. Y sin presidente electo. 

Para empezar, todo se demoró demasiado. La votación arrancó cerca de las ocho de la noche, una hora después de lo anunciado, y el bochornoso final llegó minutos antes de las 22.

En resumen, uno de los votantes cometió el “error” de introducir dos boletas en el sobre y por eso el resultado dio un empate que de otra manera no hubiera sido posible. Cuando se decidió intentar volver a las urnas era demasiado tarde porque se habían retirado dos asambleístas (Crucero del Norte y Excursionistas).

Entonces, después de varios minutos de incertidumbre quien tomó la palabra fue Luis Segura “Desgraciadamente pasó lo que todos vimos. El resultado hubiera sido 38 a 37 a favor no sabemos de quien. Prácticamente es un empate. Pasamos a un cuarto intermedio”, dijo el actual presidente, quien además aprovechó para sugerir una lista de unidad.

“Tal vez sea un mensaje para ver si dos grupos de personas que compartían una idéntica cantidad de votos podían juntarse. Si se consigue llegar a un acuerdo lo llevaremos adelante y sino llamaremos nuevamente a elecciones”, dijo luego en conferencia de prensa el actual mandamás de la AFA.

Por su parte, un visiblemente disgustado Tinelli aceptó estar “sorprendido y molesto” por el “muy extraño” resultado. Sin embargo, tampoco descartó la instancia de una lista de unidad: “Tenemos que sentarnos a hablar, ese es el mensaje que han dado democráticamente los 75 asambleístas”, dijo el vicepresidente de San Lorenzo.

¿Cómo sigue la historia? Nadie puede saberlo. Por ahora, la AFA es gobernada por Luis Segura quien tomó el mando a partir de la muerte de Julio Grondona. ¿Negligencia o cancha embarrada? Lo único que queda claro es que el fútbol argentino sigue haciendo papelones y lejos está de dar el ejemplo.